martes, 9 de marzo de 2010

TRAGEDIA GRIEGA II


Por Oscar Rodrìguez-Rozic



Desde Francia

El gobierno griego anunció la adopción de drásticas medidas para disminuir su déficit fiscal, que es actualmente equivalente a más de 12 por ciento del PBI, para llevarlo a un nivel del 8 este año y luego bajarlo al 4 por ciento.

Esta fuerte apretada del cinturón fue aplaudida por la Comisión Europea y el Fondo Monetario. Ambos no ven otra salida para que Grecia pueda acceder al financiamiento externo que le resulta indispensable.

Las medidas contempladas incluyen el aumento de dos puntos del impuesto a las ventas, que afecta por supuesto más duramente a los de menores ingresos. Las otras medidas son la congelación de sueldos y reclutamiento en el sector público y nada mas ni nada menos que la abolición del aguinaldo, tanto para los empleados públicos que recibían dos sueldos adicionales a fin de año, como para algunos empleados del sector privado.

Los gremios han puesto el grito en el cielo y se anuncian huelgas masivas. En Grecia hay una historia reciente de enfrentamientos violentos de obreros, estudiantes y manifestantes con las fuerzas del orden. El gobierno socialista que acaba de ganar las elecciones puso en descubierto la inconducta fiscal del gobierno de derecha anterior que fraguó los libros para ocultar el déficit. Fue así que provocó la crisis actual, confia que cargando la culpa al gobierno anterior lograría que se acepten estos cortes del gasto e incremento de impuestos indispensables para evitar la bancarrota fiscal.

El gobierno griego confiaba en obtener apoyo financiero de los miembros ricos del mundo del Euro, Alemania y Francia, para salir con menos dolor de la crisis. Este apoyo por ahora no fue más que verbal, pues los que pagan impuestos en Alemania y Francia no están dispuestos a financiar el déficit fiscal de otro país de la zona Euro. El Banco Central Europeo tampoco puede dar un salvataje a Grecia, por sus estatutos.

Con el anuncio de estas medidas, por el momento se ha evitado lo peor, Grecia podría seguir obteniendo préstamos de la banca internacional pagando una sobre prima significativa. El Euro sigue debilitado por los déficits fiscales de Portugal y España pero no está en peligro de colapsar. La crisis griega hizo evidente que la adopción de esa moneda única sin que hubiera un contexto de política fiscal uniforme en los países de la zona Euro ni una política económica unificada, crea problemas de difícil solución. Los países europeos que no adoptaron el Euro, como el Reino Unido o como Suiza que no es miembro de la Unión Europea, dudarán mucho en hacerlo después de esta experiencia.

Dejar de tener moneda propia que intentaron hacerlo Ecuador y Argentina alineándose al dólar demuestra que eso tampoco es panacea para evitar crisis financieras. Por el contrario, controlar la moneda nacional permite devaluar, lo que hace que sea la inflación y no el gobierno el que recorte los salarios. Devaluar aumenta la competitividad de las exportaciones, todo lo cual con menos dolor y un poco de suerte ayuda a aumentar el PBI y a salir del pozo. La Comunidad Europea y el Fondo insisten en que Grecia de a luz mediante un parto doloroso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario