lunes, 31 de mayo de 2010

ARTURO JAURETCHE: SU MILITANCIA EN EL PERONISMO - Primera Parte


Por Jorge D. Ferraris


Son varias las vertientes que concurren a formalizar el cuerpo ideológico del primer peronismo. La principal de ellas proviene de los intelectuales que le dieron cobertura ideológica a las corrientes políticas internas del radicalismo que enfrentaron al “Alvearismo”, al fraude conservador y a la tolerancia del Socialismo frente a este hecho. Estas corrientes se nutrieron del nacionalismo popular y de la tendencia “Yrigoyenista” del radicalismo. Atribuyeron la deformación estructural de la economía al predominio de la oligarquía de base agrícola ganadera y a su asociación con el imperialismo Inglés que dominaba el comercio exterior, la organización de las finanzas y la prestación de los principales servicios públicos. Como una derivación operativa, dada la resistencia ofrecida por los intereses agro-exportadores, estas propensiones reclamaron un mayor intervencionismo estatal en el proceso socio-económico del país. Los paradigmas que representaron a estas corrientes fueron, sin duda, Arturo Jauretche y Scalabrini Ortiz. Por supuesto, hubo en la época, otros aportes, que el “ninguneo” de la creme intelectual argentina se ocupó de ocultar. Mencionaremos los más destacados: Alejandro Bunge (“Una nueva Argentina”-1940); José Luis Torres (“La década infame-1945); Ramón Doll (“El liberalismo en la literatura y en la política”-1936); Julio y Rodolfo Irazusta (“La Argentina y el imperialismo británico. Los eslabones de una cadena-1934); Ernesto Palacio (diputado nacional por el Justicialismo 1949-1955).

En el armado de la base política que Perón necesitaba, tuvo en las primeras etapas, la colaboración de Arturo Jauretche, quien lo convenció de que el pedestal de tal apoyo lo encontraría en el Yrigoyenismo anti-alvearista del radicalismo. En esta tarea, reconocerá que no tuvo el éxito que esperaba. De ahí que, el aporte de Jauretche al peronismo se lo debe valorar, por su contribución a la conformación de la ideología del movimiento y no tanto por su actuación pública, que fue errática y accidentada.

A mediados de 1944, y a instancias de Jauretche, Perón tiene una entrevista con Amadeo Sabattini. En esa oportunidad, Perón renueva el esquema que precisamente en su momento, el radicalismo (dominado por el “alvearismo”) le había propuesto a Ramírez –Ministro de Guerra del Presidente Ramón S. Castillo-, (a fines de 1942, cuando se conoció que el candidato del oficialismo era Robustiano Patrón Costas y se descontaba su triunfo por medio del fraude). La oferta era: la candidatura presidencial “la pondría el Ejército” y todo lo demás el radicalismo. Pero en esa oportunidad (1944), las circunstancias eran diferentes. En el primer caso, gobernaba Castillo y el objetivo del radicalismo, era asegurarse que no se hiciera fraude en las elecciones programadas para noviembre de 1943. Un candidato militar con arraigo en la fuerza, comprometía al Ejército a garantizar la pureza electoral. En el momento en que Sabattini se encuentra con Perón (Junio de 1944), el Ejército detentaba el poder y todas las circunstancias políticas lo constreñían a asegurar elecciones libres, en la oportunidad que se convocaran, hecho que también se descontaba que sucediera, más tarde o más temprano. De ahí que Sabattini estaba en condiciones de pedir para su partido la candidatura presidencial y someter la coparticipación en el poder, a un arreglo político. Perón tuvo que abandonar la idea de conseguir el apoyo orgánico del radicalismo intransigente. Como consecuencia de estos condicionamientos, Perón, con relación al reclutamiento de elementos humanos para formalizar una base política que acompañe a la organización sindical, abandonó la pretensión de procurar una alianza orgánica de partidos, para convertirla en una tarea consistente en conjugar voluntades individuales.


A principios de 1944, Perón le había ofrecido a Jauretche la intervención de la Provincia de Buenos Aires y le pidió que vaya preparando un equipo de colaboradores. Pero al mismo tiempo, con el objetivo de arribar a la vicepresidencia (cargo que había dejado vacante Farrell) Perón debe dar una lucha contra el Ministro del Interior, el general Luis César Perlinger, quien se oponía, favoreciendo la candidatura del General Sanguinetti. Perón gana la partida, pero como parte del convenio acuerda en aceptar la designación de Sanguinetti como interventor de la Provincia de Buenos Aires, hecho que se produce el 10 de julio de 1944. Este desenlace desplaza la candidatura de Jauretche, quien a partir de ese momento enfría sus relaciones con Perón



Cuando se produce el confinamiento de Perón en Martín García, días antes del 17 de Octubre de 1945, Jauretche, en la creencia que el alejamiento de Perón era definitivo, trata de convencer a Ávalos (Ministro de Guerra de Farrell y propulsor del alejamiento de Perón) para que formalice un gobierno con los radicales Sabattinistas, persuadido que de esta manera, evitaría el ascenso al poder de quienes propiciaban una “Unión Democrática”, previo paso del gobierno a la Corte Suprema de Justicia. Para Jauretche, lo importante era el movimiento popular que había creado Perón, al que no podía dejarse a la deriva. El 17 de Octubre cambió el rumbo de la historia. Como veremos en el próximo post, Perón no olvidará esta circunstancia en el curso de los futuros avatares de su trayectoria política.

viernes, 28 de mayo de 2010

EL TRANVÍA EN EL TANGO - II Parte



Por Carlos A. Manus



Recuerda Alberto Mastra en “Miriñaque”: … Cuando los novios se sentaban a tres metros, / era el fonógrafo la moda antes del dial, / cuando en Victoria se paseaba por el centro,/ había una línea solamente de tranway…


Cuenta Cátulo Castillo en “Milonga del mayoral”: Soy el criollo mayoral, que va,/ que va tocando en la vía, tará rarí,/ su cornetín de alegría, que da la señal/ de que ya viene el tranvía…


En “El mayoral del tranvía” dice Francisco Laino: Soy mayoral del tranvía/ que por las calles serenas,/ llevé blancas azucenas/ despertando simpatías…/ Con ese tarí… taría…/ de mi modesta corneta/ brindé a las mozas coquetas/ un madrigal de alegría/ (…) Yo soy el pasado que quiere volver,/ a ser lo que ha sido, reliquia de ayer./ (…) Con ese tarí… taría…/ en el viejo Buenos Aires/ dejó preciosos donaires/ el mayoral del tranvía.


En “Talán, talán” expresa Alberto Vacarezza: “Talán, talán”: Talán, talán, talán…/ pasa el tranvía por Tucumán./ “Prensa”, “Nación” y “Argentina”/ gritan los pibes de esquina a esquina…


Alberto Tagini memora en “El cornetín del tranvía”: … Así cruzaba el tranvía/ la Buenos Aires baldía/ de los románticos días…



Y en “Cornetín” Homero Manzi y Cátulo Castillo expresan: Tarí, tarí./ Lo apelan Roque Barullo/ conductor del Nacional./ Con su tramway, sin cuarta ni cinchón,/ sabe cruzar el barrancón de Cuyo./ El cornetín, colgado de un piolín,/ y en el ojal un medallón de yuyo/ (…) Talán, tilín,/ resuena el campanín/ del mayoral/ picando en son de broma/ y el conductor/ castiga sin parar/ para pasar/ sin papelón la loma…


En “Tiempo de tranvías” evoca Héctor Negro:

Tiempo de tranvías tropezando el empedrado.

Patios que se abren a la luna y al parral.

Mágicos zaguanes con temblor de besos largos.

Penas de ginebra que tanguean en el bar.

Vuelven esos ecos de las mesas de escolaso.

Noches con la barra en la esquina fraternal.

Sábado y milonga que promete el club de barrio

y el domingo, lleno de ese fútbol sin igual.

Tiempo de tranvías,

que allá se desbarrancaron.

De los carnavales

que fueron de otra ciudad.

Te vieron mis ojos pibes

Encendidos y asombrados.

Te canta mi tango nuevo,

con ganas de recordar.

Tiempo lindo de tranvías,

que fueron de otra ciudad…

Fueye de Pichuco cuando el gordo era muchacho.

El violín de Gobbi y la orquesta de Caló.

Barras milongueras de Pugliese en cada barrio.

Tangos del 40 que canté con otra voz.

Era mi Corrientes colmenar de tango vivo.

Era cada ochava la promesa de un cantor.

Tiempo de tranvías, de las calles con silbidos.

Sé que ya el olvido no podrá jamás con vos.

Tiempo lindo de tranvías,

que fueron de otra ciudad…

Referencias:

Aresti José Pedro y Alberto Rasoreé. Tranvías en Buenos Aires. Buenos Aires Antiguo.

Asociación Amigos del Tranvía y Biblioteca Popular Federico Lacroze (www.tranvia.org.ar).

domingo, 23 de mayo de 2010

NECESITAMOS LÍDERES NO CANDIDATOS


Por Jorge D. Ferraris



Hay políticos que han ganado puntos hablando en contra de la política y candidatos que prosperan diciendo que este no es tiempo para candidaturas. Son tramoyas de las contiendas sociales. A pesar de saber que son alegatos que nadie compra, se repiten. Ya no son verdades, se las oye como la música de fondo de las películas.


Lo que hoy necesita la política argentina, no son candidatos sino líderes. Y los liderazgos no son incompatibles con la Democracia.


Los hechos históricos serían indescifrables si no se expusiera como ámbito de su desarrollo a las ideas e ideologías que inspiraban a sus protagonistas. A su vez, quienes transforman las ideas en cursos de acción política, en una sociedad, son aquellos que por alguna razón, detentan un liderazgo efectivo. Los liderazgos, están constituidos por un proceso de influencias interpersonales para el logro de un objetivo común, cuyo resultado depende de las circunstancias que rodean el momento histórico en el que se establecen y de las capacidades de esos líderes para guiar, conducir y controlar la conducta de otros individuos.


En un tejido normativo, como en el que se desarrollan hoy, la mayoría de las sociedades, son las leyes las que marcan los condicionantes para la obtención legítima de los liderazgos, aunque ello no quiere decir, y la Historia lo demuestra, que la fuerza o la distorsión de esos contenidos normativos, no haya invalidado la vigencia de la ley, e impuesto autoridades ilegítimas.


A su vez, los objetivos trazados por los líderes están definidos, en el ámbito de la política, por un conjunto de ideas estructuradas a las que identificamos como la ideología de dicho proceso. En otras palabras, ideologías y liderazgos, en el plano de las realizaciones políticas son dos caras de la misma moneda.


En definitiva, no estamos esperando la proclamación de candidatos. Lo que la opinión pública desea conocer de quienes han llegado legítimamente a posiciones de relevancia en la representación política, es como enfrentan y resuelven los problemas de la República. ¿Qué proponen para que la inflación no nos coma el salario, la jubilación o una asignación de carácter social? ¿Cómo van a deshacer esta madeja de subsidios que, además de ser inequitativos conforme a quienes se benefician, desalientan la inversión para el mejoramiento de los servicios? ¿Qué proponen para optimizarr nuestra inserción en el contexto global?..........y podríamos continuar….


El desarrollo del Mundial de Fútbol les permitirá entrar, particularmente a los partidos que hoy componen la oposición al Kirchnerismo, a un ámbito de reflexiones. Esperemos que lo aprovechen.

martes, 18 de mayo de 2010

BUENOS AIRES, CIUDAD DE TRANVÍAS Y DE TANGO




Por Carlos A. Manus

Los tranvías a caballo comenzaron a circular por Buenos Aires en el año 1863 como complemento del ferrocarril. Cuando pasaron a utilizarse como transporte urbano, las primeras líneas fueron la “Tramway Central”, propiedad de Julio y Federico Lacroze, y la “Tramway 11 de Septiembre” de Agustín, Teófilo y Nicanor Méndez, ambas inauguradas el 27 de febrero de 1870.

En 1880 aparecen las grandes compañías como la “Tramway Anglo Argentino”. Los tranvías a caballo desaparecieron en 1910. El 25 de octubre de 1892 se ensaya el primer tren eléctrico en la ciudad de La Plata y las primeras líneas se instalan cinco años después. El 22 de abril de 1897 se inauguró un servicio de tranvía eléctrico que

recorrió la avenida Las Heras desde Canning (hoy Scalabrini Ortiz) hasta Plaza Italia, en un vehículo que se desplazaba a 30 kilómetros por hora. El 4 de diciembre de 1897 se inauguró una línea que unía la avenida Entre Ríos con el barrio de Flores.

Comenzando a aumentar el tránsito del tranvía que llegó a los barrios a un módico precio de diez centavos el boleto, convirtiéndose en un simpático servicio popular.

Los tranvías eléctricos crecerían hasta que Buenos Aires fuera conocida como “la ciudad de los tranvías”, con la mayor relación mundial entre habitantes y kilómetros de vías. (“Tiempo libre en el Centenario” de Alejandro Poli Gonzalvo. La Nación, 7 de mayo, 2010). Entre las cinco y las siete de la mañana se expendía el “boleto obrero” al precio de cinco centavos. Cuando se compraba el boleto obrero de ida y vuelta al costo de diez centavos el regreso debía efectuarse después de las 4 de la tarde. El 11 de noviembre de 1949 se abolió ese boleto. En la madrugada del 12 de julio de 1930 cayó al Riachuelo un tranvía con un pasaje de 60 obreros que se dirigían a sus trabajos y que - salvo cuatro que sobrevivieron- encontraron una muerte horrible porque, debido a la intensa niebla, el motorman (conductor) no advirtió que el puente había sido

levantado para permitir el paso de una chata petrolera. El 8 de abril de 1943 -¡trece años después!- la justicia ordinaria fallaba el juicio de indemnización promovido por sus deudos reconociéndoles sumas variables entre 1.500 y 2.000 pesos.

En Los perduellis1 se indigna José Luis Torres: “¡Mil quinientos pesos por la vida de un hombre! ¡Y trece años para hacer el bárbaro justiprecio! ¿Y la sangre, y el dolor y las lágrimas? Todo eso nada importa mientras prosperen los negocios de los monopolios y de los millonarios envilecidos y envilecedores.” En la Antigua Roma se llamaba perduellis al enemigo interno de la patria. El crimen de perduellio y el de peculado (apoderamiento ilegítimo de bienes del estado) eran castigados con la pena de muerte. (Derecho Penal Romano, tomo I, pág. 74). (Torres, José Luis. Los perduellis. Editorial Freeland. Buenos Aires, 1973, pág. 116).

Durante la manifestación del 17 de octubre de 1945, desde el balcón de la Casa Rosada el coronel Juan Domingo Perón anunció a los manifestantes que había renunciado a sus puestos en el gobierno y el ejército y que había dejado firmado el decreto estableciendo el aguinaldo. En su oposición cerril a todo lo que proviniera del gobierno, aunque significara un propio beneficio, los tranviarios desfilaron por la ciudad vestidos con sus grises uniformes portando carteles en los que se leía “No queremos el

aguinaldo”.

Durante la gestión del presidente Arturo Frondizi, alegando obsolescencia del material y déficit presupuestario, mediante el Decreto 5565 (30/6/1961) suprimió el servicio de tranvías en la zona céntrica de la ciudad, eliminando así un medio de transporte no sólo tradicional y pintoresco, tal como tienen muchas ciudades en Europa y en Estados Unidos, sino también un sistema de movilidad popular, económico y que no contaminaba el medio ambiente. Aunque la fecha establecida para dar por finalizado el último servicio fue el 26 de diciembre de 1962, las últimas líneas rodaron hasta el 19 de

febrero de 1963, fecha en que se extinguieron definitivamente los tranvías en la ciudad de Buenos Aires. (Zavala, Juan Ovidio. Racionalización para el desarrollo. Editorial Depalma, Buenos Aires, 1991, pág. 215).

Proximo Post: “El tranvía en el tango·

miércoles, 12 de mayo de 2010

LOS DILEMAS DEL CENTRO IZQUIERDA CON REPRESENTACION PARLAMENTARIA


Por Jorge D. Ferraris



El espacio de “centro-izquierda” en la actualidad, en nuestro país, es amplio y difuso. Nos perderíamos en una maraña de controversias ideológicas si pretendiéramos referirnos globalmente a todo el espectro que hoy en la Argentina, puede merecer la calificación de centro-izquierda o izquierda sin moderaciones. De ahí que nos referiremos a las asociaciones que hoy cuentan con representación parlamentaria, habida cuenta que, dada la fragmentación política del presente, le otorga a este agrupamiento un rol como no tuvo, desde hace tiempo, en el contexto de los mecanismos donde se definen las decisiones políticas de orden legislativo. Concientes del potencial que les confiere la unidad, aún con grandes esfuerzos para mantener la coherencia en las votaciones, este conjunto, hasta hoy, ha utilizado con inteligencia su posición de tercero regulador en situaciones en las que se exteriorizaban confrontaciones, con posiciones equilibradas entre el Kirchnerismo y la oposición.


Pero el espacio conlleva dentro de sí la génesis de una disidencia que tarde o temprano tendrá que blanquearse. Y ello nace cuando se trata de diseñar el contexto definitivo de las relaciones del centro-izquierda parlamentario con el peronismo Kirchnerista.


Si leemos con detenimiento nuestra Historia comprobaremos que los grandes partidos que en su momento dominaron la escena política, independientemente de sus declaraciones, no han tenido vocación “frentista”. En los casos en los que se cumplieron los objetivos electorales, y las fuerzas que compusieron la asociación, llegaron al poder, los componentes menores nunca tuvieron un grado de coparticipación efectiva en el diseño y en la aplicación de las políticas que constituyeron los programas de gobierno. Estas particularidades fueron cooptadas o ignoradas. En la mayoría de los casos, estas alianzas, fueron excusas para justificar una repartija de posiciones secundarias para contentar a los socios menores, que una vez en el poder, abandonaron sus rasgos diferenciales para engrosar la corriente de la fuerza principal.


En el caso del Kirchnerismo, su vocación hegemónica no da lugar para socios que, en determinadas situaciones puedan disentir o contribuir con alternativas en los procesos decisorios, porque simplemente no serán, ni siquiera escuchados. Por otra parte el “modelo” que dicen aplicar no es un planteamiento estratégico al que se lo pueda calificar de progresista, sus “volantazos hacia la izquierda” son el producto de un oportunismo táctico. Colocado el accionar del Kirchnerismo en un contexto de largo plazo, constituye un intento fallido de instaurar un populismo tardío.

Para que sirva como basamento de una reflexión sobre el tema, me parece oportuno citar una frase de Rodolfo Puiggrós, uno de los íconos de la izquierda que desarrolló sus ideas dentro del peronismo, con la solicitud respetuosa que sustituyan el término “peronismo” por “kirchnerismo”:

“Es muy fácil seleccionar errores en el peronismo, como también lo es la selección de sus aciertos; lo importante es determinar si el peronismo representa realmente el proceso social argentino en su superación continua.”

jueves, 6 de mayo de 2010

FAROL Y TANGO


Por Carlos A. Manus


Mediante la aplicación del kerosén el alumbrado público se inicia en la ciudad de Buenos Aires con la instalación de 150 faroles resultado del contrato celebrado el 12 de marzo de 1885 entre el intendente Torcuato de Alvear y el empresario Bermúdez.


Buenos Aires tenía 2000 faroles a kerosén en 1886. En 1888 estaban casi a la par con os picos de gas y para el Centenario, los picos de gas triplicaban a los faroles del arrabal porteño en franco retroceso.

Son innumerables las letras de tango en las que se menciona al farol como centinela, testigo, amigo o confidente, con su luz ora temblona ora débil ora quieta ora mortecina, alumbrando el conventillo, “balanceando en la barrera” o “plateando el fango” de algún callejón.


¡Adelante con los faroles! En este caso, adelante con algunos ejemplos:

Pascual Contursi en “Flor de fango” (1919) revela: Mina que te manyo de hace rato,/ perdóname si te bato/ de que yo te vi nacer…/ Tu cuna fue un conventillo/ alumbrado a querosén…

En “Margot” (1921) Celedonio Flores expresa su desengaño: … Ahora vas con los otarios a pasarla de bacana/ a un lujoso reservado del Petit o del Julien,/ y tu vieja, ¡pobre vieja! lava toda la semana/ pa’ poder parar la olla, con pobreza franciscana,/ en el triste conventillo alumbrado a kerosén.

José González Castillo, en “Sobre el pucho” (1923) describe: Un callejón de Pompeya/ y un farolito plateando el fango/ y allí un malevo que fuma,/ y un organito moliendo un tango… . También en “Silbando” (1925): … Con su luz mortecina, un farol/ en la sombra parpadea/ y en un zaguán/ está un galán/ hablando con su amor… (…) Una calle… Un farol… Ella y él…/ y, llegando sigilosa,/ la sombra del hombre aquel/ a quien lo traicionó una vez la ingrata moza…

González Castillo fue el iniciador del estilo descriptivo en las letras de tango, modalidad que adoptó Homero Manzi como puede apreciarse en “Barrio de tango” (1942) donde reseña: Un pedazo de barrio, allá en Pompeya,/ durmiéndose al costado del terraplén./ Un farol balanceando en la barrera/ y el misterio de adiós que siembra el tren…

Juan Andrés Bruno recuerda en “Yo te bendigo” (1925): … Lejos pasaba un coche…/ Cual centinela que la guardia terminó,/ la luz temblona de un farol/ como un lamento se apagó. (…) Daba la diana el gallo./ Como un reproche a la amorosa bendición/ ladraba el perro y de un farol/ murió la luz con la canción…

Francisco García Jiménez en “Farolito de papel” (1927) dice: … Farolito de papel,/ que alumbraste mi bulín/ con la luz amiga y fiel/ de amoroso berretín./ Otro lado alumbras hoy,/ te apagaste para mí./ Y yo a oscuras aquí estoy,/ solo, pato… y hecho un gil. (…) Pero, al fin, apenas sos/ farolito de papel/ y una noche en lo mejor/ chamuscada has de caer./ Cargarás también tu cruz/ cuando sepan que tenés/ mucho humo y poca luz,/ farolito de papel…

Narra Lito Bayardo en “Duelo criollo” (1928): … Pero otro amor por aquella mujer,/ nació en el corazón del taura más mentao/ que un farol, en duelo criollo vio,/ bajo su débil luz, morir los dos…

En “Bandoneón arrabalero” (1928) cuenta Juan Bautista (Bachicha) Deambroggio: Bandoneón arrabalero/ viejo fueye desinflado,/ te encontré como un pebete/ que la madre abandonó,/ en la puerta de un convento,/ sin revoque en las paredes,/ a la luz de un farolito/ que de noche te alumbró…

Alfredo Le Pera evoca en “Mi Buenos Aires querido” (1934): El farolito de la calle en que nací/ fue el centinela de mis promesas de amor,/ bajo su quieta lucecita yo la vi/ a mi pebeta, luminosa como un sol… . Y en colaboración con Mario Batistella describe en “Melodía de arrabal” (1932): ... Hay un fueye que rezonga/ en la cortada mistonga,/ mientras que una pebeta,/ linda como una flor,/ espera coqueta/ bajo la quieta/ luz de un farol…

En “Farol” (1943), Homero Expósito dice: Farol,/ las cosas que ahora se ven…/ Farol,/ ya no es lo mismo que ayer…/ La sombra,/ hoy se escapa a tu mirada,/ y me deja más tristona/ la mitad de mi cortada./ Tu luz,/ con el tango en el bolsillo/ fue perdiendo luz y brillo/ y es una cruz… (…) y cuando allá a lo lejos dan/ las dos de la mañana,/ el arrabal parece/ que se duerme repitiéndole al farol... Y en “Yuyo verde” (1944): … Un farol, un portón/ -igual que en un tango-/ y los dos perdidos de la mano/ bajo el cielo de verano/ que partió…

Gabriel (Chula) Clausi le puso letra a “Comme il faut” (Como debe ser), viejo tango cuya música pertenece a Eduardo Arolas: Luna, farol y canción,/ dulce emoción del ayer/ fue en París,/ donde viví tu amor/ (…) Quiero que oigas mi canción/ hecha de luna y de farol/ y que tu amor, mujer,/ vuelva hacia mí…

En “El último farol” Cátulo Castillo rememora: … Soñaba, ayer, la espera del silbido,/ y ayer, no más, pintada de arrebol,/ con el grito total del alarido/ la soledad del último farol./ ¡Farol!.../ Dolió tu llama fraternal/ igual/ a la tristeza del alcohol…/ (…) Tan alta la ciudad/ que nos dejó sin sol,/ que nos tapó la estrella/ del último farol./ (…) Me dijo: Adiós… adiós… ya sin sonido,/ su corazón de luna y caracol…/ Por la calle sin fin que va al olvido/ se fue llorando el último farol…

El último farol a kerosén estaba instalado en la plaza Domingo Olivera (antes plaza Azcuénaga) ubicada en las Avenidas Escalada, Olivera y del Trabajo (hoy Avenida Eva Perón) en el barrio Parque Avellaneda (ex barrio Parque Olivera). Subido a una escalera lo apagó para siempre el intendente José Guerrico el 19 de marzo de 1931. Ese día desaparecieron también los faroleros quienes, con sus escaleras de mano, recorrían las calles encendiendo y apagando los faroles. La luz eléctrica había ganado la ciudad. El último farol se conserva en el Museo Histórico Brigadier General Cornelio de Saavedra.

Carlos A. Manus

Abril 2010

Referencias:

Cottini, Arístides. Luces de Buenos Aires. Revista Todo es Historia, Año XXI Mayo 1988 No. 251.

sábado, 1 de mayo de 2010

NUEVAS COMPLICACIONES EN EL CAMPO DEL PERONISMO NO KIRCHNERISTA.


por Jorge D. Ferraris


Recientemente Felipe Solá ha hecho pública sus intenciones de promover una nueva fuerza, centrada en lo que es hoy el “peronismo disidente” o federal, para lo cual deberá proveer a la Justicia Electoral, de todos los requerimientos que exige la nueva ley, incluyendo la realización de elecciones internas obligatorias, que deberá convocar, para el mismo día que deben hacerlo las demás fuerzas políticas: el 14 de agosto del 2011.

El significado estratégico de esta decisión, no ha sido hasta el momento, debidamente analizada. Para hacerlo adecuadamente, no tenemos otro recurso que repetir algunos conceptos ya expuestos en posts anteriores y de cuyo repaso surgirán especulaciones tan resonantes como la que puede expresar la conclusión que, con esta decisión, Solá podría estar favoreciendo el triunfo de Néstor Kirchner en la interna peronista.

Reflexionando sobre las dificultades del Peronismo no Kirchnerista, adelantábamos el 12 de noviembre del 2009 en un post titulado: “Los dilemas del Justicialismo disidente” lo que sigue:

“Esta fuerza tiene dos problemas interdependientes. En primer lugar no perfila su candidato. Quien fuera indiscutido en su momento: Carlos Reutermann, se está derritiendo como una estatua de hielo en medio de un festejo. En un ritmo proporcional a la incertidumbre, Duhalde agranda su figura…por descarte. La otra cara de esta complicación lo constituye la alternativa de enfrentar a Néstor Kirchner dentro del Justicialismo, sin sacar los pies del plato o de “ir por afuera”, desarrollando una fuerza política que deberá ajustar su organización a la nueva ley. Hasta hoy prevalece la idea de Duhalde de ir a las primarias abiertas dentro del Justicialismo.”


”Las últimas reflexiones alrededor de esta alternativa, han hecho presente algunas preocupaciones. Veamos. Si bien, por imperio de la reforma electoral, las primarias para elegir los candidatos nacionales de los partidos habilitados, prácticamente queda en manos del Estado, desplazando a las disposiciones de las Cartas Orgánicas de cada partido referidas a las mismas, estas regulaciones quedan vigentes en todo lo que no sea contradictorio con la nueva ley. El Justicialismo quedará en manos del Kirchnerismo lo que equivale a decir que esta parcialidad, tendrá a su cargo la aplicación e interpretación de todas las disposiciones de la Carta Orgánica que mantengan su vigencia. Entre ellas, el funcionamiento de los tribunales de disciplina con la posibilidad de expulsar a los afiliados que no cumplan con sus disposiciones…Conociendo la habilidad táctica de N. Kirchner para sacar conejos de la galera sin previo anuncio…esta eventualidad, es hoy, objeto de legítimas especulaciones.”

Para mayor entendimiento de esta problemática, insistimos con este tema en el post del 13 de abril pasado, titulado “Anticipaciones sobre estrategias electorales”, donde decíamos, con relación a la interna peronista:

Descartado de Narváez en razón del impedimento constitucional, solo quedarían Duhalde y Reutemann como posibles opositores internos. Si ambos se presentan, dividirían el espectro contrincante a Kirchner y permitirían su triunfo. En ese caso el ex presidente gozaría de la “chapa” Justicialista y el anti kirchnerismo tendría que pensar en alternativas (Pais, resucitado hoy por Felipe Solá, u otro de la misma estirpe)”.

Al parecer estas cavilaciones las ha ensayado Felipe Solá y sus conclusión ha sido la conveniencia de “ir por afuera” del Justicialismo, hoy, en manos del Kirchnerismo.

Como no es aceptable la tesis de que el objetivo de Felipe Solá sea el de favorecer a Néstor Kirchner, los analistas se esmeran por descubrir, detrás de este anuncio, otras intenciones.

La primera que nos acerca la lógica es la de tener preparada una “puerta de escape” para aquellos que enfrentarán a Kirchner en la interna y sean descalificados ya sea por la Junta Electoral del Justicialismo o por el Tribunal de Disciplina. Estos van a poder apelar a la Justicia Electoral, es cierto, pero el riesgo de dilaciones o resoluciones adversas, el muy espacioso.

Otras especulaciones nos pueden llevar a la convicción de que lo que está haciendo Solá es crear elementos de presión para que el Justicialismo Federal se encamine a buscar una solución al problema de su fragmentación, teniendo en cuenta el complejo contexto institucional que hemos descrito como consecuencia de la aplicación de la nueva ley electoral.