miércoles, 25 de noviembre de 2009

OTRA MANO DE DIOS

por Oscar Rodríguez-Rozic

Desde Francia

No confundamos las cosas, el juego es el juego, la moral es la moral.

La mano no fue de Dios esta vez sino de Thierry Henry. Una mano color café con leche, como las de los siete franceses de origen africano que integraron el equipo de Francia que enfrento a Irlanda, cuyos once jugadores exhibían todos manos blancas de tono rosado.

Henry reconoció, terminado el partido, haber tocado dos veces con sus manos la pelota deliberadamente, en el área chica, antes de provocar el gol que le dio a Francia la calificación para el mundial en Sud África. Dio a entender que una cosa es la moral y otra el futbol.

Casi todo encuentra una explicación filosófica en la prensa oral y escrita de Francia. El que tantos futbolistas provengan de minorías de origen africano en el equipo nacional es la consecuencia de la falta de oportunidad de los jóvenes de esas minorías para encontrar caminos de excelencia en otras actividades. Convertirse en deportistas profesionales sería para ellos la alternativa más fácil para superar la marginalidad.

Se considera que si el árbitro no vio la mano de Henry y no sancionó la falta, nada se puede hacer, pues la FIFA no ha previsto mecanismo alguno para rever el resultado del partido.
Se considera además que no es bueno adoptar para el fútbol profesional la tecnología que se utiliza en otros deportes profesionales, de consultar el video del incidente. El futbol es el deporte popular y mundial por excelencia que se debe jugar con las mismas reglas de juego en un club de barrio y en el Estadio de Francia, con un solo árbitro y dos jueces de línea, sin necesidad de cámaras que filmen el partido. La solución que ofrecen los comentaristas franceses es poner dos jueces adicionales estacionados en las dos áreas chicas, para ver y recomendar al árbitro sancionar las faltas que allí ocurran. Esta solución, más barata que instalar cámaras de televisión, sería universal y estaría al alcance de todos los clubes de barrio de todo el mundo.

Creo que por ser menos filosófica, la explicación que dio Maradona es mejor. Yo no lo hice, alguien lo hizo o me lo hizo hacer. Maradona, por las dudas, hizo otro gol más en el mismo partido. No fue el caso de Henry, que no citó a Maradona y creo que no esta demasiado arrepentido de su falta moral. Tal vez Henry conoce otras cosas argentinas, como la letra de aquel tango que, hace mucho, sentenció que la moral se ahogó en la sopa. Solo un profundo conocedor del tango y su filosofía, como Carlos Manus podría tal vez profundizar el análisis aquí esbozado.

viernes, 20 de noviembre de 2009

LA VERDAD DE LA MILANESA


por Jorge D. Ferraris

Cuando elaboramos por primera vez un análisis sobre la estrategia del oficialismo con posterioridad al 28-J, dijimos que, sin dejar la estructura del Partido Justicialista, Kirchner trataría ahora de dirigir su vocación “transversalista” hacia la izquierda. Pero también apuntamos las dificultades que podría encontrar al intentar este giro. Son varios los escollos y se explican, tanto por la tradicional heterogeneidad de la izquierda argentina como en la disimulada resistencia que opondrán las bases corporativas del populismo de derecha que predomina en la CGT, al que debemos sumar el armado clientelista que han tejido los barones del conurbano bonaerense.

Estos contrastes, a veces incompatibles, conviven dentro del peronismo K., solapados y hermanados por el temor de alimentar con sus disidencias, a la oposición, que hoy, irascible y en forma inorgánica, trata de contener la agudización del proceso hegemónico protagonizado por el kirchnerismo, haciendo valer la proximidad de su preponderancia legislativa.

Adicionamos, como consecuencia de este giro, a los viejos reclamos actualizados hoy por la CTA, para el logro de su reconocimiento, ejercidos con cautela, con poca esperanza de que sean exitosos, pero ratificados como para poner a prueba la sinceridad de la nueva estrategia kirchnerista.

La razón de esta problemática conflictiva, que sorprendió tanto al gobierno como a la oposición y que ha dado lugar al reimplante de las afirmaciones que califican a estas conductas como “destituyentes”, fueron las medidas concretas que en pos de disminuir la marginalidad, la pobreza y la desocupación (asignación por hijo y financiamiento de cooperativas en el conurbano), ha tomado el gobierno, adelantándose así a los planes que en el mismo sentido, había puesto en marcha la oposición, para concretarlos después del 10 de diciembre.

Lo que está en juego, entonces, no es una generalizada maniobra desestabilizadora como pretenden hacer creer los voceros del oficialismo, ocultando el significado de esta maraña de intereses; sino una lucha por protagonizar y sacar ventajas políticas de un reparto social importante y necesario.

martes, 17 de noviembre de 2009

SUBTES EN HUELGA.


por Oscar Rodríguez-Rozic


Desde Francia


Bien sabemos cuantas cosas tienen en común Buenos Aires y París. A todas ellas habría ahora que añadir que sufren al mismo tiempo huelgas de sus subterráneos.

Las causas del conflicto en Buenos Aires no tienen relación directa con las condiciones de trabajo de los huelguistas, que no demandan nada de la empresa que los emplea. El sindicato de los conductores de trenes, en rebeldía con la central única sindical, demanda ser reconocido por el gobierno nacional.

La huelga en París paraliza las dos grandes líneas que recorren los ejes norte-sur y este-oeste de la ciudad y sus suburbios. La huelga en una línea es para que se aumenten los efectivos, para evitar tener que trabajar horas extras, que son por supuesto, bien remuneradas. La huelga de los conductores de la otra línea es más difícil de explicar. Hasta hace poco, los conductores de esta línea eran empleados de dos empresas estatales distintas, la de los subterráneos y la del ferrocarril nacional. Los subtes debían detenerse a medio camino para cambiar conductores. Para evitar las grandes demoras que esto causaba se resolvió permitir que unos y otros conductores recorrieran toda la longitud de la línea. Se otorgó a los conductores involucrados un bono mensual adicional, supuestamente para compensar sus recorridos más largos. La huelga tiene por objeto que ese bono adicional se convierta formalmente en el salario, a los efectos de la jubilación.

Si los habitantes de Buenos Aires, ya sea que usen o no el subterráneo, tienen dificultad en entender y solidarizarse con los motivos de la huelga que los afecta de todos modos, sugiero que se consuelen pensando que lo mismo les pasa a los habitantes de París y sus suburbios y particularmente a los que deben ir a los aeropuertos, servidos por la línea B, que tampoco comprenden ni comparten los motivos de esa huelga.

Es proverbial la tolerancia y la solidaridad de los franceses por los problemas que les causan las huelgas en los servidores públicos pero hubo consenso en que se adoptaran, hace un año, leyes que garanticen un mínimo, igual al cincuenta porciento, de servicios de transporte público en caso de huelgas, que deben ser anunciadas con un preaviso mínimo de varios días, para que los usuarios se organicen y utilicen otros medios de transporte. La ley prevé que los huelguistas recalcitrantes pueden ser movilizados y obligados a trabajar. Pese a esta ley y el anuncio del Presidente Sarkozy que se habían acabado las huelgas de transporte público, las dos líneas pararon completamente y causaron embotellamientos y demoras considerables en todo el sistema de transporte urbano de París.

Posiblemente pasará lo mismo si el Gobierno Argentino declara ilegales las huelgas del subte de Buenos Aires.Los conductores de subtes de Buenos Aires no consiguen su reconocimiento gremial pero, como buenos trotskistas que aparentemente son, continúan la lucha “hasta la victoria”. Los huelguistas franceses, no menos ideológicos, son más prácticos y casi siempre obtienen algo. Han inventado un nuevo tipo de huelga que no intenta una reivindicación laboral sino evitar que ocurra un hecho futuro, juzgado inconveniente para el gremio. Un lindo ejemplo de este tipo de huelga “preventiva” tuvo lugar en Marsella, hace pocas semanas. Los conductores de camiones recolectores de residuos del arrondissement 14 bloquearon todos los centros de procesamiento de residuos de la ciudad durante siete días y provocaron un verdadero caos con la acumulación de doce mil toneladas de residuos en las calles de esta ciudad de más de dos millones de habitantes. La huelga fue hecha para evitar que el año que viene, el servicio de recolección en ese arrondissement, que esta ahora a cargo de una empresa privada, sea objeto de una nueva licitación y que la actual empresa no sea adjudicataria. Pedían que quien quiera que ganara la licitación debía emplearlos. Las autoridades municipales anunciaron que no habrá nueva licitación para la provisión del servicio.

En Buenos Aires los colectivos, taxis y remises son propiedad y están manejados por microempresarios que no se hacen huelgas a si mismos. En París salvo los taxis, todos los que manejan medios de transporte público están sindicalizados y dispuesto a parar por algún motivo, por difícil que sea entenderlo o compartirlo. Eso sí, deberán dar preaviso.

jueves, 12 de noviembre de 2009

LOS DILEMAS DEL JUSTICIALISMO DISIDENTE.


por Jorge D.Ferraris

Hay una pausa en la configuración de las estrategias electorales con miras al 2011. Dos acontecimientos condicionan las decisiones: la textura final de la nueva ley electoral y el alineamiento táctico de la oposición, habida cuenta de la nueva estructura del congreso, conforme a los resultados de las elecciones de Junio pasado. El único que ha dado un paso tangible en pos de su objetivo, es Néstor Kirchner quien se hizo confirmar como presidente del Consejo del PJ.

Con relación al proyecto, pomposamente denominado “Ley de democratización de la representación política, la transparencia y la equidad electoral”, se encuentran en progreso un conjunto de modificaciones que el oficialismo está dispuesto a ceder para obtener el apoyo de los bloques de “centro-izquierda” de la Cámara Baja. Se trata, particularmente, del articulado que afecta la supervivencia de estos grupos políticos como fuerzas independientes. El acuerdo, de difícil factura, trata de conciliar con mayor equilibrio, la posibilidad de no obstaculizar el nacimiento y desarrollo de nuevas fuerzas, al tiempo de favorecer la preeminencia de solo dos o tres grandes partidos. Para ello, cabría modificar los condicionamientos (porcentajes mínimos) relacionados con la obtención y mantenimiento de la personería jurídico-política así como para competir en los comicios nacionales. Otras modificaciones menores, le daría a los partidos políticos mayor ingerencia en el control de la distribución de la publicidad en los servicios de comunicación audiovisual, tanto en las elecciones primarias como en las generales. En otros aspectos, el gobierno no cederá: la instauración de la boleta única, y en el establecimiento de mayores limitaciones a la publicidad oficial, para dar algunos ejemplos.

Son abundantes las especulaciones que hoy se exponen para dilucidar las estrategias, que cada una de las fuerzas políticas actuantes, podría desarrollar para maximizar sus posibilidades electorales a la luz de los dictados de la ley, en caso de sancionarse. Pero preferimos, debido a su impacto, circunscribirnos al dilema que se debate dentro del Justicialismo disidente, más claramente definido: peronismo “no K”. Esta fuerza tiene dos problemas interdependientes. En primer lugar no perfila su candidato. Quien fuera indiscutido en su momento: Carlos Reutermann, se está derritiendo como una estatua de hielo en medio de un festejo. En un ritmo proporcional a la incertidumbre, Duhalde agranda su figura…por descarte. La otra cara de esta complicación lo constituye la alternativa de enfrentar a Néstor Kirchner dentro del Justicialismo, sin sacar los pies del plato o de “ir por afuera”, desarrollando una fuerza política que deberá ajustar su organización a la nueva ley. Hasta hoy prevalece la idea de Duhalde de ir a las primarias abiertas dentro del Justicialismo.

Las últimas reflexiones alrededor de esta alternativa, han hecho presente algunas preocupaciones. Veamos. Si bien, por imperio de la reforma electoral, las primarias para elegir los candidatos nacionales de los partidos habilitados, prácticamente queda en manos del Estado, desplazando a las disposiciones de las Cartas Orgánicas de cada partido referidas a las mismas, estas regulaciones quedan vigentes en todo lo que no sea contradictorio con la nueva ley. El Justicialismo quedará en manos del Kirchnerismo lo que equivale a decir que esta parcialidad, tendrá a su cargo la aplicación e interpretación de todas las disposiciones de la Carta Orgánica que mantengan su vigencia. Entre ellas, el funcionamiento de los tribunales de disciplina con la posibilidad de expulsar a los afiliados que no cumplan con sus disposiciones…Conociendo la habilidad táctica de N.Kirchner para sacar conejos de la galera sin previo anuncio…esta eventualidad, es hoy, objeto de legítimas especulaciones.

lunes, 9 de noviembre de 2009

RELEYENDO AL PROFESOR SAMUELSON...


por Jorge C. Elena

El nombre del Profesor Paul A. Samuelson, Premio Nobel de Economía en el año 1970, es bien conocido para todos aquellos que estudiamos algo de economía en los años sesenta. Su obra principal era libro de texto en los primeros cursos de Macroeconomía. De allí, una gran dosis de respeto para con el viejo maestro.

Hace un par de meses, el suplemento económico de unos de los principales diarios argentinos publicó un artículo del Prof. Samuelson, vinculado a la gran crisis económica actual y a sus posibles escenarios futuros. Me quiero referir a un par de afirmaciones que se formulan en dicho artículo: “Lo último que nos dijo la Fed es que la economía de EE.UU. ya dejó o dejará pronto de caer. Se estabilizará, ¿Qué es lo que esto no significa? Esto no dice nada sobre cuánto tardará EE.UU en regresar al nivel que tenía en 2008, antes del cataclismo de la recesión”. Seguidamente señala que “…a nivel mundial posiblemente no se repita la vieja escena en que la locomotora estadounidense tira de las economías deprimidas.” Y más adelante agrega : “A Francia y a Alemania les fue mejor en la crisis actual que al resto de la UE. ¿Quién podía esperar algo así de dos sociedades con tan pocos días de trabajo duro por año y sindicatos poderosos?”. Agreguemos nosotros que a Francia y a Alemania no sólo les fue mejor que al resto de la Unión Europea, sino también mejor que al propio Estados Unidos. Dejemos por un momento estos comentarios del Prof. Samuelson, a los que volveremos más tarde.

Durante las dos décadas en las que predominó el pensamiento neo-liberal en el diseño de las políticas económicas (años ochenta y noventa), uno de los postulados esenciales fue el de la “flexibilización laboral”. En esencia, este era un eufemismo para referirse a una mayor facilidad en la realización de despidos de personal por parte de las empresas, eliminando o disminuyendo las protecciones al empleo existentes en la legislación laboral de la mayoría de los países occidentales. El argumento básico de esta propuesta era de que, si se facilitaban los despidos, también se facilitarían las nuevas contrataciones de personal, ya que los empresarios serían más proclives a aumentar el número de sus obreros y empleados, al saber que, en caso de equivocarse y contratar de más, podrían despedir fácilmente el sobrante. “A contrario sensu”, la rigidez laboral actuaría como un freno para el incremento de personal, ya que los empresarios serían muy cautelosos antes de ampliar su fuerza laboral, por la dificultad de despedirlos posteriormente, de ser eso necesario por la evolución del ciclo económico. Ese el argumento y esa la propuesta , que fue aplicada plenamente en varios países como los Estados Unidos y el Reino Unido. Asimismo, posteriormente se procuró trasladarla a los países latinoamericanos, a través de consejos directos del Tesoro americano y de planteamientos de los organismos internacionales como el FMI, el Banco Mundial y el BID (en orden de intensidad decreciente). No en todas partes fueron aceptadas esas propuestas, que formaban parte del proyecto neo-liberal de desmontar el considerado anacrónico “Estado de bienestar” (“Welfare State”), establecido en la post-guerra en la mayor parte de los países occidentales, incluyendo algunos países latinoamericanos. Recuerdo muy bien (porque en esos años estaba trabajando allí) que en Francia el Presidente Mitterrand se negó a hacerlo, señalando que no estaba dispuesto “a suprimir cincuenta años de conquistas sociales”. (Incidentalmente, un proyecto de ley de “flexibilización laboral” fue considerado en el Senado argentino, durante el gobierno del Presidente Radical Fernando De la Rúa, dando lugar a un sonado episodio de corrupción parlamentaria que aún hoy la Justicia investiga. El proyecto no fue aprobado).

Volvamos a Samuelson. Pero, Profesor, ¿no será que a Francia y a Alemania “les fue mejor” que a los otros países de la UE y a los Estados Unidos, justamente por esas “rigideces laborales”, derivadas de una legislación protectora del empleo y de la existencia de fuertes sindicatos que la defendían? ¿No habrá sido éste un elemento esencial para el mantenimiento de los niveles de demanda interna en estos dos países, lo que impidió que se desencadenara un proceso de “espiral a la baja”, como en los Estados Unidos o en el Reino Unido? Todos recordamos las noticias del último trimestre del 2008 : que Citibank despidió 52.000 empleados, que International Harvester redujo su fuerza laboral en 36.000 obreros, que General Motors eliminó 45.000 puestos de trabajo, etc, etc. El problema es de que, como las monedas, un obrero tiene dos caras : por un lado, es un costo de producción para la empresa que lo emplea. Si bajan las ventas por la crisis, debe también bajarse la producción y, entonces, sobran obreros, que deben de ser despedidos para abatir los gastos de la empresa y permitir su supervivencia. Pero, generalmente, se olvida la segunda cara de la moneda, es decir que el obrero es, al mismo tiempo, un consumidor y que, si es despedido, verá disminuír sus ingresos, por lo que deberá consumir menos. Dicho de otra forma, cuando procurando reducir sus costos la empresa A despide a una parte de su fuerza laboral, al mismo tiempo le está eliminando consumidores a las empresas B, C y D. Lo que es, aparentemente, una buena solución microeconómica (o sea del punto de vista de la empresa) tiene, después de agregada, pésimos resultados macroeconómicos (o sea al nivel de la economía en su conjunto). Volviendo a los casos citados, difícilmente alguno de de los despedidos del Citibank o de International Harvester pudo, después de quedarse sin trabajo, comprar autos a la General Motors la que, al no recuperarse sus ventas, tuvo que echar a más personal (hasta que intervino el Estado americano con su programa “autos por chatarra”, pero ese es tema para otro artículo). Por esta razón, los despidos incontrolados en épocas de crisis llevan a que a más despidos, menos consumidores, lo que se traduce en una caída adicional de las ventas, por lo que se despide más gente, lo que conduce de la mano a un menor consumo y nuevamente a menores ventas y, así sucesivamente, en este proceso de “espiral a la baja”. Además, el efecto es más grave todavía, porque aún aquellos que conservan el empleo, preocupados por la perspectiva de ser también ellos despedidos, bajan su consumo y aumentan sus ahorros, de forma de poder enfrentar el despido, si éste se produce. Los Estados Unidos tienen hoy cerca de un 10 por ciento de desocupación, o sea alrededor del doble del existente antes del inicio de la crisis en setiembre-octubre del 2008. Pero el principal problema por el cual la economía americana no se reactiva rápidamente es que el otro 90 por ciento de la gente, o sea la que ha conservado su trabajo, ha perdido la confianza en el futuro y se siente desprotegida, lo que la lleva a limitar fuertemente sus niveles de consumo, por el temor a un posible desempleo. O sea que cuando la desocupación supera cierto umbral, se produce un marcado “efecto demostración” sobre la población ocupada, la que altera a la baja sus hábitos de consumo, reduciéndose así la demanda global de esa sociedad. En este contexto, la legislación laboral existente en Francia y Alemania parece haber actuado como una especie de escudo, logrando que los consumidores franceses y alemanes se hayan animado a mantener sus patrones de consumo, al sentir que sus trabajos estaban más seguros. Así, la seguridad laboral (una de las conquistas sociales a las que se refería Mitterrand) ha contribuído a evitar que las ventas de las empresas no cayeran excesivamente y que no se comprimiera tanto la demanda global. ¿No le parece estimado Profesor Samuelson que hay un poco de verdad en todo esto y que las medidas protectoras del empleo explican algo de su paradoja franco-alemana?

Además, cabe señalar que la opinión pública, en buena parte de los países europeos y latinoamericanos, le asigna una fuerte valoración social a la seguridad de las fuentes de trabajo, a diferencia de otras sociedades, como la americana. En la Argentina se han tomado, en los últimos meses, medidas protectoras del empleo, lo que está bien, tanto del punto de vista macroeconómico como social. Dentro de este tema, vale la pena mencionar una medida tomada por el gobierno argentino, que despertó interés en la OIT. La referida medida se vincula con el pago de un subsidio directo a las empresas que mantienen su plantilla de trabajadores. En otras palabras, el Estado paga parte del salario del obrero o empleado considerado sobrante, en vista de los nuevos y más bajos niveles de actividad de la empresa. “A priori” parece inteligente que el Estado pague sólo una parte del salario de un obrero que, entonces, continúa permaneciendo en la nómina de trabajadores de la empresa, antes que permitir su despido para luego pagarle al obrero o empleado la totalidad de una prestación por desocupación. Parece innegable que el costo fiscal por obrero va a resultar menor con este enfoque. Aparte del presumible menor costo fiscal, esta iniciativa argentina tiene otra ventaja, intangible pero no por ello menos real : este mecanismo permite que el obrero o empleado de una empresa siga vinculado a la misma o sea que evita la pérdida de autoestima involucrada en la condición de desocupado.

Sería interesante tener una evaluación objetiva del resultado de este programa, a saber : si el mismo tuvo un impacto masivo o fue sólo aplicado en forma piloto, cuántos obreros y empleados se beneficiaron, cuánto gastó el Estado, cómo se seleccionaron las empresas que participaron en el programa, etc. Es una pena que, en estos momentos de enfrentamiento político tan encarnizado, resulte muy difícil que se vaya a evaluar objetivamente este aporte conceptual surgido en la Argentina. En fin, una información estadística menos, en un país con cada vez menos estadísticas.



jueves, 5 de noviembre de 2009

CACIQUES Y PUNTEROS A LA FRANCESA


por Oscar Rodríguez-Rozic

desde Francia



Puede ser interesante comparar similitudes y diferencias en el manejo de las circunscripciones políticas en Paris y las municipalidades que la rodean con las de Buenos Aires y sus anillos conurbanos.

La Ciudad de París tiene un Intendente y un Consejo Municipal y comprende 20 arrondissements cada uno con su Intendente y su consejo municipal. Estas veinte municipalidades están divididas en barrios, un total de 120 quartiers que eligen consejeros adicionales. El sistema electoral da dos tercios de los cargos a la mayoría y un tercio a la minoría. El conurbano de Paris constituye una circunscripción política, la Región Ile-de-France, que abarca ocho Departamentos y tiene un Presidente y un Consejo Regional. En la actualidad el Intendente de París es socialista y el Consejo Municipal de Paris y el Consejo Regional tienen mayorías socialistas.

La multiplicidad de parcelas en que se divide la geografía política del conurbano de París y el sistema de proporcionalidad es ideal para promover la diversidad política y también para desarrollar distintas estrategias política y la acción de caudillos de toda clase. Cada ciudadano puede elegir a los integrantes de cinco cuerpos colegiados distintos que se superponen.

Esta proliferación y diversidad de mecanismos explica como es posible que el hijo del Presidente Sarkozy, sin antecedentes políticos a sus veintidós años, sin formación ni experiencia, haya sido elegido el año pasado en el cantón Neuilly Sur, una parte de un municipio para integrar el consejo del Departamento de Hauts-de-Seine. Este minúsculo espacio geográfico del municipio de Neuilly-sur-Seine, al noroeste de París, es un suburbio muy afluente, una especie de San Isidro, densamente poblado pero sin villas miserias.

Resulta que esta localidad es lo que se llama el “feudo” Sarkozy. Allí nació y se desarrollo la carrera política del actual presidente de Francia que fue Intendente de Neuilly-sur-Seine por muchos años. El hijo de Sarkozy, desde este mínimo cargo electivo se está proyectando instalar en la Presidencia del Ente de La Défense, el centro de negocios de París, que seguramente sueña podría ser antesala de la Intendencia de la Ciudad Luz y vaya a saberse de que, a partir de allí.

La manera en que se forman y reforman los espacios electorales es motivo de peleas e intrigas. Como el número de diputados electos depende de los movimientos demográficos, los distritos que eligen diputados a la Asamblea nacional pueden ganar y perder electos. Esta por desatarse, en estos días, una batalla campal, por la redefinición de los distritos electorales de París que sirvieron en las últimas elecciones para colocar a 13 socialistas sobre un total de 21 diputados. Como el asunto está en manos de la mayoría de derecha de la Asamblea Nacional, puede descontarse que las nuevas fronteras de los distritos serán dibujadas para disminuir las posibilidades de la izquierda en las próximas legislativas.

París y Buenos Aires han elegido como jefes políticos a oponentes de los gobiernos nacionales. Los conurbanos de ambas capitales son canchas políticas complejas. Queda para analistas argentinos avezados sacar conclusiones en relación con las ventajas o desventajas de estas manipulaciones francesas, particularmente en relación con las que intentó Kirchner en las legislativas de Junio último, e imaginar las que podrían ponerse en marcha para la próxima elección presidencial.

domingo, 1 de noviembre de 2009

LA LEY ELECTORAL: PRIMER IMPACTO


por Jorge D. Ferraris

El reciente decreto que estableció la Asignación por Hijo y el debate que se desarrolla en estos momentos sobre la nueva ley electoral, me trae a cuento una escena de una vieja película del “Gordo y el Flaco”. Ambos personajes están en un restaurant y piden dos pescados. Cuando el mozo deposita la encomienda sobre la mesa, advierten que existe una desproporción entre ellos, uno es pequeño y el otro, lo dobla en tamaño. El Flaco se apresura a servirse el más grande y el Gordo le da una reprimenda por lo que considera una falta de educación. Como respuesta el Flaco pregunta al Gordo cuál hubiese sido su conducta en el caso de ser el primero en servirse. El Gordo contesta que elegiría el más pequeño, a lo que el Flaco responde: “Bueno ahí lo tienes, ¿de qué te quejas?”.

Hoy gran parte de la oposición, padece de la misma incomodidad que le cupo al Gordo en la escena descripta.

Es dudoso, que el oficialismo concrete, antes del 10 de diciembre la aprobación de ambas cámaras del Congreso de la ley electoral. Sospecho que quedará conforme con la aprobación en Diputados y dejará para el futuro Senado, la consideración final del proyecto. Pero obtendrá su objetivo principal: dejará instalado el principio de primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (“PASO”) que será muy difícil que deje de aplicarse en las elecciones del 2011. Otros detalles de la ley serán objeto de negociaciones. Nos proponemos analizarlos en su momento, así como ajustarán su estrategia al contexto de la ley, los diferentes grupos políticos.

En cuanto a la conducta de Kirchner, lo que correspondería decir al día de hoy, es que ha pateado el hormiguero. Ni él mismo está seguro de cómo le va a ir en el futuro, con la vigencia de esta ley. Pero lo único positivo que presenta para sus intereses, esta estampida promovida por su temeridad, es que pueden surgir alternativas más favorables que las que tenía después de perder las elecciones en el pasado mes de junio.