viernes, 29 de enero de 2010

LIBROS Y LIBRERIAS


por Oscar Rodríguez-Rozic

Desde Francia




Librerías y los libreros parecería que están condenados a la desaparición. Cada vez es más fácil y conveniente comprar libros vía Internet, sin tenerse que desplazarse. Los lectores de libros electrónicos permiten leer libros que se obtienen gratuitamente en los sitios Internet de las bibliotecas y además permiten comprar libros en versión electrónica, mucho menos costosos que los libros impresos en papel. El año pasado, Amazon la gran empresa mundial de venta de libros por Internet, vendió más libros electrónicos que libros impresos.

Pero para muchos de mi edad, que descubrimos el placer de la literatura, hurgando libros en las librerías tradicionales de Buenos Aires, con libreros de carne y hueso que sabían de libros y con los que se podía hablar de libros, es triste constatar como estos bastiones tradicionales de la cultura van desapareciendo. En el barrio de Georgetown en Washington DC donde vivimos durante muchos años prácticamente no quedan ahora librerías salvo la de la cadena Barnes & Noble que es un supermercado de libros y revistas con personal que nada sabe de libros. Pero afortunadamente hay ciudades, como Buenos Aires, con abundantes librerías y libreros, que esperemos duren, a pesar de que cada vez mas porteños tienen acceso a conexión Internet de banda ancha.

En la ciudad de Aix-en-Provence de apenas 140.000 habitantes es notable y reconfortante el número de librerías existente. En el centro histórico de la ciudad, donde ahora vivimos, son diez en total y todas aparecen florecientes y, en algunos casos, agrandándose incorporando pequeños negocios vecinos. En los años que llevamos viviendo aquí solo una librería desapareció, para dar lugar a una sucursal de Hermes, la casa de artículos de lujo. En compensación, dos nuevas librerías fueron abiertas.

En una zona adyacente al centro histórico de Aix, recientemente renovada, hay una galería comercial muy frecuentada en la que se instaló una sucursal de la cadena Fnac, muy apreciada en Francia para la compra de equipos de fotografía, sonido, video e informática, además de grabaciones de música y películas. La Fnac no es el lugar al que yo iría a buscar libros pero, de todos modos, hace unos días, fui a la sección libros de esta Fnac con Anne-Marie mi mujer que publicó un libro en inglés y tenía curiosidad por ver si vendían libros en ese idioma. Así descubrí que la Fnac tenía una sección dedicada a libros en otros idiomas que el francés. La sección era bien pequeña con algunos libros en inglés, italiano, alemán y holandés y en un rinconcito vi un cartel que decía “V.O. Espagnol” (Versión Original en Español). Allí había, en total, unos veinte libros y encontré para mi sorpresa un libro de Ernesto Sábato, que no conocía: Antes del Fin.

Lo devoré casi de un saque; es un libro muy pequeño. Quise releer el Informe sobre Ciegos pero no pude encontrar mi copia de Sobre Héroes y Tumbas, comprada en la calle Florida en Buenos Aires hace añares, seguramente prestada a algún amigo de esos que no devuelven cosas prestadas. No me fue nada difícil bajar de la Internet, sin costo alguno, el Informe sobre Ciegos, que leí sin dificultad en mi computadora.

Yo daba a Sábato por muerto pero gracias a la Internet, buscando el Informe sobre Ciegos, descubrí que vive, alejado del mundanal ruido en vieja casona suburbana. Dicen que cuando uno da a alguien por muerto que no lo es, le alarga la vida. Puede que así sea. Esperemos que Ernesto Sábato festeje su centenario. Falta poco. Sería una buena ocasión ese centenario para que los que amamos los libros adoptemos la resolución de comprarlos en librerías, aunque resulte un poco más caro que hacerlo en supermercados o por medio de la Internet. Salvemos a las librerías que nos quedan. Sería una verdadera lástima que las librerías y los libreros desaparezcan.

lunes, 25 de enero de 2010

BANCO CENTRAL: REFLEXIONES MIENTRAS LA NOVELA CONTINÚA



por Jorge D. Ferraris

Como no sabemos el final de esta novela por entregas, ni tenemos el atrevimiento de imaginarlo, nos pareció oportuno condimentar la espera con alguna reflexión sobre el fondo de la cuestión, que lamentablemente poco se la ha examinado.

La estructura orgánica-institucional del Banco Central de la Argentina, así como sus funciones, tienen apego a las concepciones liberales de los 90’. Particularmente después de las reformas introducidas por Martínez de Hoz y Adolfo Diz y las que formalizó Cavallo y Pedro Pou, en 1992, en ambos casos, Ministros de Economía y Presidentes del BCRA, respectivamente. Estas modificaciones mantuvieron la relativa autonomía del Banco , en aras de custodiar entre otros deberes, el valor de la moneda, que puede ser vulnerada por los desbordes “populistas” del gobierno central, para decirlo en términos parcos de tecnicismos

En casi seis años de gobierno, el Kirchnerismo, no cuestionó este pensamiento. Fue más allá, nombró como presidente del Banco, a un técnico adherido a esta concepción ideológica. Algunos sectores de la izquierda que acompañaron al gobierno desde su ala transversal, tampoco se acordaron de este tema, así como de otros anexos, tales como la utilización de las reservas, o alentar una investigación sobre la legitimidad de la deuda. Tema este último, que parecía haberse archivado y que ha sido resucitado por la Izquierda con representación en el Congreso, para espanto del gobierno que ha iniciado la carrera de congraciarse con las finanzas internacionales.

Aclaremos primero que la tal autonomía del Banco Central, en la Argentina fue más teórica que real. Cumplir rígidamente las funciones que la ley le ha asignado a esa institución y al mismo tiempo no perturbar los planes económicos que ha trazado el gobierno central, fue siempre, aquí como en otros países, una cuestión problemática que, en casi todos los casos, se resolvió en el ámbito de la política y en el marco de la ley.

Por ello, han sido innumerables los conflictos entre Gobierno Central/Ministerio de Economía y Banco Central. Estos bretes se solucionaron además, como anticipamos, cuidando las pautas legales. El Kirchnerismo, adherido a la creencia que la institucionalidad es un formalismo neo-liberal, despreciando el asesoramiento de los que saben algo del asunto, decretó la cesación de funciones del presidente del Banco Central, aludiendo incumplimiento de sus deberes como funcionario público, al poner obstáculos a una transferencia de una parte de las reservas a la “caja” del Poder Ejecutivo, sin oír previamente al Congreso, como lo marca la ley.

Si volviéramos a la esencia del contenido ideológico que sustenta el funcionamiento del Banco Central, tal como se lo pensó en su momento y manteniéndonos dentro de esta concepción, tardíamente puesta en la picota por el oficialismo, pensamos que el gobierno tendría que haber prescindido de Redrado, porque, manejando los instrumentos monetarios, no hizo (ni aconsejó) todo lo que podía haber hecho para contener un proceso inflacionario que ha estado durante los últimos cuatro años en los dos dígitos y junto con Venezuela, haber constituido en América Latina, el peor comportamiento en esta materia. Es más, dentro de esta “filosofía” neo-liberal que el gobierno no objetó, el Presidente del Banco Central, tendría que haber sido el principal denunciante de las caricaturas que dibujó Moreno en el INDEC. No lo hizo. Su silencio equivale, habida cuenta de los deberes del Presidente del Banco Central, a una complicidad disimulada.

Es cierto que lo que hoy se discute, es el principio de la legalidad en los procedimientos y no la conducta de Redrado, cuyo alejamiento del cargo se da por hecho. Pero es bueno recordar estas circunstancias, por dos razones: primero previniendo que tendremos (a igual que en el caso de Alberto Fernández) un nuevo actor en la política argentina, que tratará de demostrar que solo participó de los bueno y no de lo malo del gobierno de Kirchner; y segundo, puede que este tipo de reflexiones, sean de utilidad para Blejer, ante la posibilidad que lo inviten a sumarse a la cabalgata del gobierno.

jueves, 21 de enero de 2010

PEQUEÑAS MALDADES


Por Jorge C. Elena



En nuestro fuero íntimo, todos sabemos que tenemos nuestras maldades. Pero tranquilizo al lector: las mías son muy menores. Una de ellas consiste en recortar artículos de economistas y analistas políticos en los que se formulan predicciones y anticipos acerca de cómo será la realidad futura y luego releerlos al año. Con ese año de perspectiva, es sorprendente constatar el bajo porcentaje de aciertos que logran en sus proyecciones los más prestigiosos economistas y analistas políticos, que publican sus notas en los principales diarios de la Argentina. A título de ejemplo, voy a mencionar dos predicciones, relacionadas con la crisis económica internacional, que fueran efectuadas por varios analistas distinguidos:

  1. Desacople - Cuando se inició la actual crisis económica internacional, allá por setiembre-octubre del 2008, algunos economistas extranjeros mencionaron la posibilidad de que un elemento distintivo de la misma podría ser la existencia de un desacople entre los países ricos y los emergentes, los que no sólo no sufrirían tanto la crisis sino que se podrían convertir en las nuevas “locomotoras” que permitieran superarla. Después vinieron el cuarto trimestre del 2008 y el primero del 2009: la caída en la demanda interna en los Estados Unidos y en Europa provocó una fuerte disminución en las exportaciones de China y de otros países emergentes (en América Latina el más afectado fue Mexico, ya que el 80 por ciento de su comercio era con los Estados Unidos). A su vez, la reducción de la demanda provocó una baja considerable en los precios de las principales “commodities” (como ser petróleo, cobre, soja, cereales, lácteos, carne bovina, etc). La crisis parecía aproximarse a los países emergentes, con un rezago de unos tres a seis meses, según el país. Algunos economistas y analistas políticos comenzaron a señalar que, en la región en general y en Argentina en particular, la crisis sería aún más seria que la de los países desarrollados. Así, en los principales diarios argentinos se publicaron una serie de artículos en los que se desconocía la validez del concepto de un posible desacople de las economías emergentes con respecto a la crisis surgida en las economías desarrolladas. En un cierto tono de burla se escribió sebre lo ilusorio y desacertado de estas “peregrinas tesis” que sostenían que los países emergentes podían tener un destino diferente al de los países centrales. En el fondo, parecía que el mensaje subyacente en todos esos artículos era el de que sin el liderazgo y la recuperación económica de los Estados Unidos no habría solución para la crisis internacional, incluídos los países emergentes.

En este contexto, se pudo apreciar una caída en los ingresos fiscales de la gran mayoría de los países, ya fueran desarrollados o en desarrollo, por cuanto el IVA y otros gravámenes similares son de naturaleza pro-cíclica. Por otra parte, la casi totalidad de los gobiernos, preocupados por el aumento de la desocupación y los efectos políticos del malestar popular resultante, volvieron a rezar el credo económico según Keynes y comenzaron a dejar de lado los principios neo-liberales dominantes en las últimas dos decadas (principalmente, el del mercado autorregulador y su corolario, el estado mínimo). Las nuevas medidas de política económica adoptadas en los Estados Unidos y Europa, elaboradas en base a paquetes de estímulo con una fuerte intervención del Estado, hicieron crecer fuertemente el gasto público en todos estos países. De esta forma, se buscó que el aumento de la demanda del sector público compensara la caída en la demanda del sector privado y generara los empleos que el sector privado estaba eliminando. Todo esto llevó, lógicamente, a que un buen número de países (encabezados por los Estados Unidos y algunos países europeos) desarrollaran abultados déficits fiscales (seis a doce por ciento del PBI).

  1. Recuperación económica a ser iniciada en los Estados Unidos - Como concepto complementario de la anterior crítica a la idea del desacople, también se pudo leer en artículos de la época que la recuperación de la economía mundial se iniciaría en los Estados Unidos y que, desde allí, se difundiría al resto del mundo. “Estados Unidos será el primer país en salir de la crisis”, se afirmó, lo que, leyendo entre líneas, permitía apreciar un pensamiento en el cual el mundo seguía igual, los países centrales lo seguían siendo y lo del desacople era una concepción equivocada, que sería desmentida rápidamentepor la magnitud de la crisis que se le avecinaba a los países emergentes y que sería más severa aún que la de los países centrales.

Y, sin embargo, al volver a leer esos análisis periodísticos un año después, la objetiva realidad de las cifras estadísticas mundiales muestra que, por el contrario, hubo un cierto desacople entre las economías emergentes y las de los países centrales. Y, por suerte, bastante desacople. China, India e Indonesia nunca dejaron de crecer, sólo disminuyeron sus tasas de crecimiento. Al respecto, se puede apreciar una paradoja interesante.Todos sabemos que China no es una democracia; manda en forma autoritaria el Partido Comunista chino. Pero, curiosamente, el programa de estímulo económico, de corte típicamente keynesiano, que aplicaron la autoridades chinas, ha resultado más eficaz que el que se aplicó en los propios Estados Unidos. Parecería que el Partido Comunista chino supo estimular la economía de mercado en mejor manera que el Tesoro y la Fed americanos. Se puede apreciar una diferencia interesante: ambos gobiernos transfirieron recursos muy importantes a los respectivos sectores financieros, para evitar posibles corridas, con el resultante colapso bancario, etc. Pero la diferencia estuvo en que mientras que en China el gobierno comunista les dijo a los bancos : presten a las empresas para reactivar la economía (y los bancos hicieron la venia y prestaron, porque allí mucha libertad no hay), en los Estados Unidos se transfirieron centenares de miles de millones de dólares al sector financiero y le pidieron que prestara al sector privado, pero los bancos hiceron de todo con ese dinero menos prestarlo a las empresas necesitadas (compraron bancos más chicos en dificultdes para agrandar su participación en el mercado, guardaron excesivos niveles de liquidez, pre-pagaron los préstamos del gobierno federal para poder así aprobar bonos cuantiosos para su plana dirigente, etc). Así, el disímil comportamiento del sector financiero de ambos países constituye una de las razones por las cuales China se ha recuperado más rápido que los Estados Unidos de esta crisis económica.

Finalmente, ha quedado claro que la recuperación económica mundial no fué encabezada esta vez por los Estados Unidos. En el mundo desarrollado, Alemania, Francia y Japón comenzaron a crecer antes que los Estados Unidos. Y en el mundo emergente, como ya se ha dicho, China e India nunca dejaron de crecer. A su vez, esto quiso decir que las compras chinas e indias de “commodities” como soja y petróleo, por ejemplo, se mantuvieran y crecieran, lo que ayudó a que se recuperara el precio de estos productos (el precio internacional del petróleo se ha casi duplicado en un año). Y, en nuestras latitudes, la economía de Brasil sólo cayó significativamente en el primer trimestre del 2009 y luego comenzó a crecer nuevamente, alcanzando una buena tasa desde hace más de un trimestre, confirmándose también en este caso un cierte grado de desacople. La verdad es que lo del desacople no fue el disparate que se quiso hacer aparecer en los principales diarios argentinos. La existencia de un nivel variable de desacople por parte de varios grandes países emergentes constituye, a su vez, un indicador de una realidad más profunda : el mundo ha cambiado y la economía internacional ya no es tan dependiente de Estados Unidos y de Europa como antes. Hay otros jugadores de peso, fundamentalmente centrados en los países del llamado BRIC (Brasil, Rusia, India, China), lo que abre un nuevo escenario de posibilidades para economías emergentes más pequeñas, como las de otros países asiáticos, Sudáfrica, Argentina, etc. Finalmente, resulta interesante notar que, hoy por hoy, los temores de crisis financieras y de deuda externa se presentan en países europeos (Grecia, España, Irlanda, Portugal y hasta el mismo Reino Unido) y no en países de América Latina. Pero este será tema para otro artículo...

lunes, 18 de enero de 2010

EL "ESTATISMO" DE PETROBRAS Y LAS EXPLORACIONES EN EL MAR


Por Ernesto Poblet*

Me discutía un joven ideólogo acerca del estatismo de la empresa Petrobras del Brasil a la cual atribuía los últimos triunfos en las exploraciones del mar, conocidos como la operaciones “Pre-sal” por las cuales Brasil se transformó en una potencia hidrocarburífera. No admitía aceptar la realidad que le comuniqué: el 69% del paquete accionario de Petrobras pertenece actualmente al capital privado y su antiguo monopolio -que databa desde su fundación en 1953- fue desactivado como tal por el gobierno de Fernando Henrique Cardozo en el año 1997. En consecuencia, la realidad es que los recientes y exitosos descubrimientos en el mar no son obra exclusiva de Petrobras, también lo son de las empresas petroleras privadas inversoras -extranjeras y brasileñas- que contratan con la ANP de la República Federativa de Brasil. Los dirigentes brasileños no tiraron en saco roto la experiencia y méritos acumulados por la vieja Petrobras, esta empresa siguió trabajando, creciendo y haciendo buenos negocios en el inmenso Brasil y en el mundo. Inclusive participó como una compañía relevante en las rondas de licitaciones convocadas año a año por la ANP.

Los brasileños decidieron en un buen momento pegar un segundo “Grito de Ipiranga” en su historia y desde de su pragmatismo romper ciertos tabúes, para ello privatizaron más de los dos tercios del capital de Petrobras y desactivaron el monopolio de ésta revirtiendo las áreas hacia la Agência Nacional do Petròleo, Gàs Natural e Biocombustìveis (ANP) un organismo que promueve licitaciones y cierra contratos a nombre del Estado con concesionarias ligadas a la exploración, desarrollo y producción del crudo y gas natural. Además orienta muy bien a las industrias del sector. Prestamente la ANP desde 1997 convocó a licitaciones a las petroleras del mundo para iniciar los trabajos en el mar. Se encontraron con un lecho marítimo extremadamente complicado. El Océano Atlántico frente a las costas del Brasil no es semejante a la plataforma continental de la ribera marítima argentina la cual ofrece una profundidad hasta 200 metros antes de alcanzar el talud. En el Brasil los fondos del mar alcanzan un promedio de 2000 metros de agua, 3000 de roca y 1000 de una capa de sal. Requerían estas dimensiones un equipamiento que atravesara más de los seis mil metros de perforaciones y resolviera la complejidad y obstáculo que ofrece el manto de sal para traspasarlo. Ante la falta de tecnología en el mundo para este escenario, los brasileños no se amilanaron ni aparecieron los gurúes hipernacionalistas con sus monsergas chauvinistas y sus festivos combates al capital. Sus propios empresarios, intelectuales y consultores se lanzaron a la fascinante tarea de promover crear y generar ellos mismos una tecnología nueva, desconocida, cara y difícil que hacía falta. Para crear las soluciones atraídos por la calidad del negocio “dejaron hacer en libertad” a los empresarios privados. ¡Ahí estuvo la clave del triunfo brasilero…! Ningún delirante arrebató la escena para protestar por un presunto lucro excesivo o “entrega del patrimonio” y bombardear la solución más funcional y posible. De esa manera los empresarios pioneros le brindaban al Brasil la hazaña de una nueva y singular tecnología que no sólo serviría para las profundidades del Pre-sal, la nueva logística se transformaba en otro mercado de exportación de los brasileños hacia los mares afines en diversos espacios del planeta. Por su lado la ANP convocaba para explorar el mar a los consorcios de sólidas compañías particulares, lejos, muy lejos de adecuar las licitaciones para que las ganen los aventureros allegados al poder tras el disfraz de una “burguesía nacional amiga”, aprendimos recientemente los argentinos que esto siempre fracasa y pocos invierten.

Los brasileros supieron “dejar hacer” a la potencialidad de sus empresarios en la fascinante tarea de crear la nueva logística industrial, la cual llenaría el vacío de tecnología en el mundo para abastecer las perforaciones en el incómodo e inédito escenario de las aguas profundas del Pre-sal. El Estado Federal del Brasil así no necesita gastar ni arriesgar sus dineros absurdamente como sí lo hacemos los “vivos” de la Argentina mediante el caduco sistema de las empresas estatales que espantan las inversiones. El Estado argentino jamás podría reunir los miles de millones de dólares para explorar los suelos marítimos por playos que fueren -mucho menos los profundos- ni siquiera hambreando con impuestos hasta la eternidad a toda la población. Ahora se le ofrece a la Argentina la oportunidad de aprovechar los progresos tecnológicos de Brasil para nuestros fondos abisales del Atlántico, situados después del talud continental.

El presidente Frondizi arribó a la meta del cese de las importaciones de combustibles y el acceso al autoabastecimiento en noviembre de 1961. Lo logró en menos de cuatro años mediante la inversión de capitales privados en exploraciones y producción de petróleo y gas. Lo hizo con eficacia y rapidez, transformó a la vieja YPF en una agencia de contrataciones estilo ANP brasileña, con la cual contrató por vía de locaciones de obras y servicios a compañías idóneas y solventes para invertir y arriesgar en el difícil negocio de los hidrocarburos. Además racionalizó el monopolio YPF, participó a las provincias petroleras en el Directorio, saneó sus gastos exagerados, duplicó su producción y aumentó las reservas. No por casualidad la Argentina en aquel entonces asistió a la creación de una industria energética y petroquímica hasta el día de hoy eficientes, a pesar de las demoledoras retenciones del 50% que soportan las respectivas exportaciones.



*El autor fue abogado de YPF. Su última obra publicada es “DESENCUENTROS EN AMÉRICA. Un paseo con figuras notables de la Historia”. OLMO Ediciones. Mayo 2009.



viernes, 15 de enero de 2010

LA POLÍTICA DE LA ECONOMÍA

por Oscar Rodríguez-Rozic

Desde Francia



Los problemas económicos y financieros de los gobiernos, cuando son graves y particularmente si afectan las relaciones internacionales, dejan de ser problemas económicos y pasan a ser problemas políticos con desenlaces imprevisibles.

Dos países casi en las antípodas, Argentina e Islandia comenzaron el año 2010 con ruidosos anuncios de medidas que pocos habían anticipado.

El Presidente de la República de Islandia, cuya función es básicamente ceremonial, se negó a firmar una ley aprobada por el parlamento, que garantiza el reintegro de los fondos depositados por ciudadanos británicos y holandeses en bancos islandeses que quebraron en la explosión de la burbuja financiera especulativa del año pasado. La decisión presidencial provoca la realización de un plebiscito, que tendrá lugar a principios de marzo, en que se anticipa que dicha ley, bastante impopular, será revocada.

La remoción por decreto y reposición judicial de Redrado en la presidencia del BCRA llegó a los diarios y medios en Europa. Los acontecimientos en Islandia no fueron reflejados por los medios periodísticos argentinos. Ambos acontecimientos plantean interesantes cuestiones de derecho constitucional pero además, tienen en común un telón de fondo en materia de relaciones políticas y financieras internacionales que vale la pena analizar.

La cesación de pagos de la deuda externa argentina sigue siendo un problema no totalmente resuelto. El gobierno argentino se las había ingeniado para sobrevivir sin crédito externo fresco y sin necesidad de someterse a la inspección del Fondo Monetario, con un poco de financiamiento del gobierno amigo de Venezuela y usando reservas, gracias a una balaza de pagos bien favorable. Para acceder a nuevos fondos externos puso en marcha un proceso para incitar a los tenedores de bonos rebeldes a aceptar un canje de deuda y un tímido acercamiento al Fondo Monetario, para lo cual es indispensable dar seguridades al mercado de que existen reservas disponibles. Este proceso corre peligro de quedar ahora en suspenso, debido a la crisis provocada en el Banco Central.

Islandia cuya economía fue desvastada por la crisis financiera desencadenada por Wall Street tuvo que pedir salvatajes a los gobiernos de los países escandinavos y debió someterse a la disciplina del Fondo Monetario. Entre las condiciones que le fueron impuestas para salir del pozo estaba la necesidad de garantizar el reintegro de los depósitos de ciudadanos británicos y holandeses en los bancos islandeses que quebraron. El salvataje de Islandia queda ahora en suspenso, dada la decisión del Presidente de la República de no firmar la ley que garantizaba el reintegro. Lo que es aún mas grave, la aspiración de Islandia de ingresar a la Comunidad Europea también queda en duda dado que tanto Holanda como el Reino Unido pueden vetarla.

Todos sabemos que se puede vivir con lo propio, sin crédito, pero así se vive mal. Es mejor vivir con crédito. El tira y afloja de conflictos de poder en ambos países deberá ser resuelto con urgencia. Mientras los constitucionalistas discuten la legalidad o no de las decisiones adoptadas los políticos deberán resolver el intríngulis creado. El Fondo Monetario, imperturbable, observa los acontecimientos.

lunes, 11 de enero de 2010

LA CRISIS DEL BANCO CENTRAL: ¿LA 126 DEL 2010?

por Jorge D. Ferraris



El DNU del 15 de diciembre pasado que firmó la Presidenta y por el que se creó el Fondo del Bicentenario para la Estabilidad y el Desendeudamiento, constituido por u$d 6.569 millones de reservas de libre disponibilidad del Banco Central, independientemente de su legalidad, tuvo desde su origen, dos lecturas. Para el gobierno y sus acólitos, es un refuerzo de las garantías para el pago de la deuda pública privada, facilitará las negociaciones con los bonistas que quedaron afuera en el 2005, bajará el riesgo país y mejorará las condiciones objetivas del mercado, todo ello, sin afectar sustancialmente la funcionalidad de las reservas del Banco Central. Para los opositores, es una medida exagerada frente a la posibilidad de atender el pago de la deuda sin necesidad de recurrir a las reservas (como lo preveía el presupuesto aprobado hace apenas unos meses), y tiene como objetivo principal, liberar recursos que incrementan la “caja” del gobierno con miras a solventar las desmesuras que demandarán las necesidades de la campaña electoral para perdurar en el tiempo a la dinastía Kirchnerista. Esto último, dadas las limitaciones estructurales, estimulará la presión inflacionaria, incrementará la conflictividad social y en definitiva, terminará impactando sobre la estabilidad que se necesita para promover la inversión, interna y externa, disolviendo los beneficios de los objetivos enunciados por el gobierno.

Si no conociéramos la conducta del Kirchnerismo podríamos pensar en la primera lectura, medida que sería aceptable si se complementa con resguardos para evitar que los fondos no se desvíen de sus objetivos y se imponga cierta mesura en el gasto público. Pero la historia de los “manotazos” que inició el gobierno con las retenciones móviles (Resolución 125), disuelven nuestra esperanza, y nos hace pensar en que el objetivo principal es el que sospechan los opositores.

La estrategia del gobierno es la de cumplimentar sus objetivos y aún redoblarlos, eludiendo, por medio de ensortijadas interpretaciones, cualquier interferencia del Congreso, sin preocuparse si, para el logro de los mismos, tienen que violentar la ley.

Estamos al inicio de una crisis que nos hace pensar en la versión 2010 de la resolución 125, aquella que desencadenó la larga contienda con el campo. Pero en esta oportunidad la perspectiva no es el enfrentamiento con un sector económico sino un conflicto de poderes.

En esencia, el Kirchnerismo no ha aceptado que ha perdido parte del poder. Si nos los dominara la obcecación, sabrían que los cambios en las relaciones de poder, obligan a la revisión de las estrategias. No están en condiciones de admitir que la trama de una negociación, le puede proporcionar una situación más ventajosa que las que le deparará la “guerra sin cuartel” a la que están avocados. Sin embargo, el “papelón” internacional que la pertinacia oficial nos está haciendo pasar y todas sus consecuencias en el campo de las finanzas, debería hacerlos reflexionar.

La reacción de los escribas del gobierno, ilustra su desconcierto. El análisis de la situación prácticamente la circunscriben a dos aspectos de la cuestión. Un ataque personal a la oscilante figura de Redrado que la comparan con Cobos; o una crítica al espíritu de la ley orgánica del Banco Central, a la que la califican, no sin alguna razón, como un instrumento de las políticas neoliberales del 90´. Claro, se olvidan que a Redrado lo eligió Kirchner y a la ley que regula el desempeño del Banco Central, la podían haber modificado en cualquier momento en los casi 6 años en los que contaron con una mayoría legislativa, dispuesta a votar cualquier engendro que les enviara el Poder Ejecutivo.

lunes, 4 de enero de 2010

GASES DE CARBONO


por Oscar Rodríguez-Rozic Desde Francia

Sarkozy más por conveniencia que por convencimiento enarboló a la bandera de protector del medio ambiente. En la reciente fracasada cumbre mundial de Dinamarca se vanaglorió de haber instaurado en Francia un impuesto ejemplar a la emisión de gases de carbono para combatir el recalentamiento terrestre.

La idea de hacer pagar un impuesto punitorio a los que contaminan el medio ambiente para evitar que lo hagan es la aspiración de los ambientalistas y de una gran mayoría de la opinión. Sin embargo el impuesto al carbono incluido en el presupuesto para el año 2010 aprobado por el Parlamento había suscitado críticas, no solo de la oposición socialista y de los ambientalistas sino también de varias figuras de su propio partido mayoritario, dado que exoneraba de ese impuesto precisamente a las industrias, principales responsable de la emisión de gases de carbono.

La Corte Constitucional de Francia, el máximo tribunal francés, también conocida como “los sabios” cumple en parte las funciones de corte suprema. Sus once miembros incluyen a los dos ex presidentes de la nación. Acaba de emitir un dictamen declarando dicho impuesto ilegal. El fallo de la Corte Constitucional consideró que el propósito de la ley era reducir las emisiones de carbono pero que el impuesto creado solamente era aplicable a menos del cincuenta por ciento de las actividades que producen esos gases. Ergo, resolvió que el impuesto creado era ineficaz y además, injusto.

El inesperado regalo de fin de año que recibió Sarkozy obligara al gobierno a hacer borrón y cuenta nueva y replantear el impuesto anulado, indispensable además para tapar el agujero fiscal que crea este fallo inapelable. Es un rompecabezas difícil de resolver pues para que este impuesto sea convalidado por el Consejo Constitucional sería necesario aplicarlo a actividades que producen gases y que habían sido exceptuadas del impuesto. Entre ellas, las empresas de transporte público, la agricultura y la pesca. Aplicar a estas empresas impuestos adicionales tendrá un alto costo político para el gobierno.

Va a ser indispensable que Sarkozy invente algo para recobrar su imagen. Los últimos sondeos muestran que un sesenta por ciento de franceses desaprueban su acción y su estilo de gobierno. Los analistas políticos presagian un nuevo año lleno de dificultades políticas para el gobierno Francés.

Estos augurios para el año que se inició son similares a los que formulan los analistas políticos para el gobierno Kirchner en Argentina, que confronta también una baja tasa de aceptación popular y desafíos judiciales y parlamentarios. El gobierno Argentino tiene tiempo para reinventarse, las próximas elecciones ocurrirán dentro de casi dos años. Sarkozy, en cambio tiene apenas dos meses antes de confrontar elecciones regionales que bien podrían ser ganadas ampliamente por la oposición socialista y los partidos “verdes” de los ambientalistas.