sábado, 1 de mayo de 2010

NUEVAS COMPLICACIONES EN EL CAMPO DEL PERONISMO NO KIRCHNERISTA.


por Jorge D. Ferraris


Recientemente Felipe Solá ha hecho pública sus intenciones de promover una nueva fuerza, centrada en lo que es hoy el “peronismo disidente” o federal, para lo cual deberá proveer a la Justicia Electoral, de todos los requerimientos que exige la nueva ley, incluyendo la realización de elecciones internas obligatorias, que deberá convocar, para el mismo día que deben hacerlo las demás fuerzas políticas: el 14 de agosto del 2011.

El significado estratégico de esta decisión, no ha sido hasta el momento, debidamente analizada. Para hacerlo adecuadamente, no tenemos otro recurso que repetir algunos conceptos ya expuestos en posts anteriores y de cuyo repaso surgirán especulaciones tan resonantes como la que puede expresar la conclusión que, con esta decisión, Solá podría estar favoreciendo el triunfo de Néstor Kirchner en la interna peronista.

Reflexionando sobre las dificultades del Peronismo no Kirchnerista, adelantábamos el 12 de noviembre del 2009 en un post titulado: “Los dilemas del Justicialismo disidente” lo que sigue:

“Esta fuerza tiene dos problemas interdependientes. En primer lugar no perfila su candidato. Quien fuera indiscutido en su momento: Carlos Reutermann, se está derritiendo como una estatua de hielo en medio de un festejo. En un ritmo proporcional a la incertidumbre, Duhalde agranda su figura…por descarte. La otra cara de esta complicación lo constituye la alternativa de enfrentar a Néstor Kirchner dentro del Justicialismo, sin sacar los pies del plato o de “ir por afuera”, desarrollando una fuerza política que deberá ajustar su organización a la nueva ley. Hasta hoy prevalece la idea de Duhalde de ir a las primarias abiertas dentro del Justicialismo.”


”Las últimas reflexiones alrededor de esta alternativa, han hecho presente algunas preocupaciones. Veamos. Si bien, por imperio de la reforma electoral, las primarias para elegir los candidatos nacionales de los partidos habilitados, prácticamente queda en manos del Estado, desplazando a las disposiciones de las Cartas Orgánicas de cada partido referidas a las mismas, estas regulaciones quedan vigentes en todo lo que no sea contradictorio con la nueva ley. El Justicialismo quedará en manos del Kirchnerismo lo que equivale a decir que esta parcialidad, tendrá a su cargo la aplicación e interpretación de todas las disposiciones de la Carta Orgánica que mantengan su vigencia. Entre ellas, el funcionamiento de los tribunales de disciplina con la posibilidad de expulsar a los afiliados que no cumplan con sus disposiciones…Conociendo la habilidad táctica de N. Kirchner para sacar conejos de la galera sin previo anuncio…esta eventualidad, es hoy, objeto de legítimas especulaciones.”

Para mayor entendimiento de esta problemática, insistimos con este tema en el post del 13 de abril pasado, titulado “Anticipaciones sobre estrategias electorales”, donde decíamos, con relación a la interna peronista:

Descartado de Narváez en razón del impedimento constitucional, solo quedarían Duhalde y Reutemann como posibles opositores internos. Si ambos se presentan, dividirían el espectro contrincante a Kirchner y permitirían su triunfo. En ese caso el ex presidente gozaría de la “chapa” Justicialista y el anti kirchnerismo tendría que pensar en alternativas (Pais, resucitado hoy por Felipe Solá, u otro de la misma estirpe)”.

Al parecer estas cavilaciones las ha ensayado Felipe Solá y sus conclusión ha sido la conveniencia de “ir por afuera” del Justicialismo, hoy, en manos del Kirchnerismo.

Como no es aceptable la tesis de que el objetivo de Felipe Solá sea el de favorecer a Néstor Kirchner, los analistas se esmeran por descubrir, detrás de este anuncio, otras intenciones.

La primera que nos acerca la lógica es la de tener preparada una “puerta de escape” para aquellos que enfrentarán a Kirchner en la interna y sean descalificados ya sea por la Junta Electoral del Justicialismo o por el Tribunal de Disciplina. Estos van a poder apelar a la Justicia Electoral, es cierto, pero el riesgo de dilaciones o resoluciones adversas, el muy espacioso.

Otras especulaciones nos pueden llevar a la convicción de que lo que está haciendo Solá es crear elementos de presión para que el Justicialismo Federal se encamine a buscar una solución al problema de su fragmentación, teniendo en cuenta el complejo contexto institucional que hemos descrito como consecuencia de la aplicación de la nueva ley electoral.

2 comentarios:

  1. “Muchas de tus especulaciones sobre el panorama político son dichas con tanta anticipación que, cuando el acontecimiento previsto ocurre, nos olvidamos de tu acierto. En cambio te es favorable esta circunstancia, cuando a consecuencia de ello, no verificamos tus yerros. Un ejemplo: El 1 de noviembre del 2009 en tu post “La nueva Ley Electoral: primer impacto”, escribías:”Es dudoso, que el oficialismo concrete, antes del 10 de diciembre la aprobación de ambas cámaras del Congreso de la ley electoral. Sospecho que quedará conforme con la aprobación en Diputados y dejará para el futuro Senado, la consideración final del proyecto. Pero obtendrá su objetivo principal: dejará instalado el principio de primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (“PASO”) que será muy difícil que deje de aplicarse en las elecciones del 2011”.
    En otros post de fecha 13 de abril pasado titulado “Anticipaciones sobre estrategias electorales” (entre paréntesis, un excelente análisis de la actualidad política), especulaste sobre la posibilidad de que con DNU el Poder Ejecutivo postergara o modificara la reciente ley electoral. Se te pasó (¿) que la disposición constitucional (art.99) que permite al Ejecutivo dictar decretos por razones de necesidad y urgencia (DNU), establece la prohibición de hacerlo cuando se trate, entre otros asuntos, de aquellos que regulen normas de carácter “electoral o de régimen de los partidos políticos”.
    Miguel /Santa Fè

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  2. Es cierto. Estimulado por el éxito que tuvo su blitkrieg posterior al 28 de junio, Kirchner siguió adelante y superó la meta de sus objetivos primarios. Fue, de mi parte, una errónea apreciación de las dos variables que incidían sobre este proceso: el endeble poder de contención que expuso la oposición y la disciplina con que la mayoría parlamentaria del Kirchnerismo siguió las instrucciones de su jefe, apalancadas por el poder siempre convincente de la “caja” y la promesa de cargos amarrados al presupuesto, para quienes por cumplimiento de sus mandatos quedan en la intemperie.

    Con relación a la posibilidad que por medio de un DNU se postergue la aplicación de la nueva ley electoral, tu apreciación es correcta. Pero luego de escuchar las razones por las que no se cumplieron los requisitos de “mayoría absoluta” en el caso de “la ley del cheque”, con la misma laxitud podríamos decir que una “postergación temporaria de la nueva ley electoral” no es una norma “regulatoria”, que es lo que quiere prohibir la constitución como contenido de un DNU, en su artículo 99.

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