En el armado de la base política que Perón necesitaba, tuvo en las primeras etapas, la colaboración de Arturo Jauretche, quien lo convenció de que el pedestal de tal apoyo lo encontraría en el Yrigoyenismo anti-alvearista del radicalismo. En esta tarea, reconocerá que no tuvo el éxito que esperaba. De ahí que, el aporte de Jauretche al peronismo se lo debe valorar, por su contribución a la conformación de la ideología del movimiento y no tanto por su actuación pública, que fue errática y accidentada.
A mediados de 1944, y a instancias de Jauretche, Perón tiene una entrevista con Amadeo Sabattini. En esa oportunidad, Perón renueva el esquema que precisamente en su momento, el radicalismo (dominado por el “alvearismo”) le había propuesto a Ramírez –Ministro de Guerra del Presidente Ramón S. Castillo-, (a fines de 1942, cuando se conoció que el candidato del oficialismo era Robustiano Patrón Costas y se descontaba su triunfo por medio del fraude). La oferta era: la candidatura presidencial “la pondría el Ejército” y todo lo demás el radicalismo. Pero en esa oportunidad (1944), las circunstancias eran diferentes. En el primer caso, gobernaba Castillo y el objetivo del radicalismo, era asegurarse que no se hiciera fraude en las elecciones programadas para noviembre de 1943. Un candidato militar con arraigo en la fuerza, comprometía al Ejército a garantizar la pureza electoral. En el momento en que Sabattini se encuentra con Perón (Junio de 1944), el Ejército detentaba el poder y todas las circunstancias políticas lo constreñían a asegurar elecciones libres, en la oportunidad que se convocaran, hecho que también se descontaba que sucediera, más tarde o más temprano. De ahí que Sabattini estaba en condiciones de pedir para su partido la candidatura presidencial y someter la coparticipación en el poder, a un arreglo político. Perón tuvo que abandonar la idea de conseguir el apoyo orgánico del radicalismo intransigente. Como consecuencia de estos condicionamientos, Perón, con relación al reclutamiento de elementos humanos para formalizar una base política que acompañe a la organización sindical, abandonó la pretensión de procurar una alianza orgánica de partidos, para convertirla en una tarea consistente en conjugar voluntades individuales.
A principios de 1944, Perón le había ofrecido a Jauretche la intervención de
Cuando se produce el confinamiento de Perón en Martín García, días antes del 17 de Octubre de 1945, Jauretche, en la creencia que el alejamiento de Perón era definitivo, trata de convencer a Ávalos (Ministro de Guerra de Farrell y propulsor del alejamiento de Perón) para que formalice un gobierno con los radicales Sabattinistas, persuadido que de esta manera, evitaría el ascenso al poder de quienes propiciaban una “Unión Democrática”, previo paso del gobierno a
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