miércoles, 3 de marzo de 2010

EL GOBIERNO PERDIÓ OTRA OPORTUNIDAD PARA EL DIALOGO. ¿SERÁ LA ÚLTIMA?...


Por Jorge D. Ferraris



La violenta reacción que está produciendo el nuevo DNU que dispone de parte de las reservas del Banco Central para el pago de los vencimientos de la deuda, durante este año, que no es otra cosa que una especie de Fondo del Bicentenario “aggiornado”, más preciso y con un aditamento de control parlamentario ex post, nos obliga a volver sobre el tema.

No resistimos la tentación de referirnos una aserción que hoy se confirma y que elaboramos en un post anterior (8 de febrero de 2010. “El Gobierno ya tiene el Banco Central que necesita”). Allí decíamos “Con un simple maquillaje (la creación de un Consejo Coordinador), ha instaurado (el gobierno) la creencia de que ha hecho modificaciones al sistema. Contará con un directorio al frente del Banco, que estará presto a seguir las instrucciones que vengan desde Olivos. ¿Para qué meterse en el atolladero de una modificación sustancial, si ya tiene lo que necesita?”

Si vamos a la esencia del decreto: utilización de las reservas para el pago y/o garantía de los vencimientos de la deuda privada; tomadas todas las precauciones del caso y con el debido y OPORTUNO control del Congreso, podríamos estar de acuerdo. Como lo están varios integrantes del Senado y de la Cámara de Diputados que se opusieron en su momento al decreto 2010/09 (Fondo del Bicentenario, hoy derogado). Incluso en este Blog, el economista Jorge C. Elena, sostuvo esa tesis (Post del 20 de febrero de 2010 “Algunos puntos sobre algunas íes…”) y nos presentó ejemplos del uso de esta alternativa financiera en otros países.

Pero para concretar esta opción, el gobierno se complicó en una tramoya, que más allá del contenido del decreto, revela SU INCORREGIBLE PRETENSIÓN HEGEMONICA. Podríamos sintetizar diciendo que lo malo lo hacen bien y lo bueno lo hacen mal.

En adición a ello y como para poner mas condimento a los ingredientes de la irritación que provoca, todo se orquestó al ritmo de una fullería, una “avivada criolla”, de esas que al final siempre salen caras. Por ejemplo, se instruyó a algunos senadores que incentivaran la posibilidad de formalizar un acuerdo para que este problema se solucionara por medio de una ley, al que alguien calificó como “fuego de distracción”. Mientras se tramaba la “hábil picardía”, se convocaba en secreto a los ministros a la Casa Rosada y la mayoría de los invitados llegaron sin saber para que se los requería. En la “teatralización” de esta jugada participó la Presidenta. En su discurso de inauguración del período parlamentario, dejó para el final el anuncio de la “jugada”. Fue deliberadamente explícita para anunciar la derogación del Decreto 2010/09 (Fondo del Bicenentenario), pero muy confusa para notificar el nuevo DNU, a tal punto, que la mayoría de los legisladores de la oposición no se percataron de esta maniobra, con la excepción del diputado Prat Gay que al salir de la reunión habló de “afano de las reservas”.

Existían claros indicios que el Congreso no se opondría a una solución negociada con base en una reestructuración del presupuesto vigente (que hoy es un dibujo desactualizado). Inclusive que esa reestructuración, con los debidos recaudos, podría haber contemplado el uso de parte de las reservas para aliviar el peso del pago de la deuda privada que vence dentro del período. Pero la concepción maniquea del Kirchnerismo, no contempla la posibilidad que quienes piensan diferente, tengan tan buenas intenciones como las que tienen ellos. Los que discrepan son “enemigos” y no existe posibilidad alguna de negociación. Por esta “hábil maniobra”, acaban de perder, quizás, el último tren hacia el diálogo. Ya definitivamente, nadie les creerá en el futuro. Han cerrado los caminos de la negociación, a menos que dentro de su propia fuerza, alguien se percate del peligroso camino que han elegido. Si ello no ocurre a tiempo, seguirán jugando a Todo o Nada. Dos extremos incompatibles con la convivencia social en el ámbito de la Democracia Republicana.

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