viernes, 12 de febrero de 2010

2010: PANORAMA POLÍTICO


Por Jorge D. Ferraris



En una nota anterior (post del 22/12/09), evaluamos las perspectivas económicas del 2010. Nos toca hoy repasar la posible configuración del panorama político que puede desplegarse a lo largo del año. En este ámbito, la dosis de esperanza positiva, a la que estábamos dispuestos, ha quedado cubierta por oscuros celajes. Ni siquiera hubo pausa estival. El “Central-gate”, eclosionó como un adelanto de lo que puede esperarse para el resto del año. Es decir, no habrá descanso ni pausa, en los ámbitos en los que se desarrollan hoy, los desenlaces institucionales (Poder Legislativo y Poder Judicial) ni en las calles de Buenos Aires, centro urbano víctima de todos los desasosiegos sociales de la República.

En cuanto al marco en el que se desarrollarán los futuros eventos, en lo que le cabe al gobierno, el último “gate”, puede haber sido, para muchos peronistas-K, también la última gota de la conducta de la intolerancia no negociadora. Si esta presión “anticrispación”, tímidamente manifestada (diputados de Buenos Aires y algunos gobernadores), tendrá resultados para atemperar la agresividad del Kirchnerismo y hacerlo entrar en un cauce de negociaciones, principalmente en el ámbito del Congreso, está por verse. La fábula del escorpión, que pidió a la rana lo ayude a cruzar el río, viene a cuento.

En lo que hace a la oposición mediática, a medida que parte de ella deba desarmar sus perfiles monopólicos, responderá con la misma consistencia negativa extremando su fundamentalismo crítico. Respecto a la oposición política, con representación legislativa, deberá aprender a convivir en la pluralidad ideológica y extraer los puntos de coincidencia, actuar en concordancia con ellos para darles efectividad y saber diferenciar los acuerdos parlamentarios de los electorales, es decir: lo circunstancial de lo básico. Nada fácil, habida cuenta del “vedettismo” que afecta a una parte importante de sus protagonistas.

En lo que resta del 2010, todos los actores exhibirán sus objetivos “de máxima”, a modo de posicionarse de la mejor manera posible en el campo de las negociaciones. Para ceder y cambiar, todavía, hay tiempo.

En cuanto a Cobos (el candidato opositor con mejor posicionamiento hasta la fecha), hoy se está reponiendo de las magulladuras que le dejó la crisis del Central. La paciencia de Ricardo Alfonsín y Ernestro Sanz hizo que la sangre se detuviera en la orilla. De toda forma, la alta cumbre del radicalismo hoy, se está planteando cómo articular una política interna que coloque a Cobos dentro de los andariveles del partido. Para crear condiciones que permitan materializar esta estrategia, han dejado que circulen ideas proclives a pensar en candidatos sustitutos y al mismo tiempo, insistir en que la fórmula de la coalición, recién se definirá, a principios del 2011.

Sin embargo hay un elemento que debe introducirse en esta exploración, al que los analistas no le han sabido otorgar la valía que tiene para arribar a predicciones más certeras. En la eventualidad de que Cobos sea electo en el 2011, solo tendrá, conforme a una interpretación constitucional, cuatro años de mandato sin posibilidades de postularse a una reelección. Dos conclusiones. Su período, de materializarse –dada la actual situación política-, será una transición y complementariamente, el candidato a vicepresidente, tendrá mas categoría que lo habitual, dada la posibilidad de que un gobierno aceptable, le otorgaría al mismo la eventualidad de constituir la continuación. De ahí que será muy difícil que los radicales tradicionales (particularmente los de la provincia de Buenos Aires), resignen la candidatura a la vice-presidencia. Binner era el único candidato que podía haber quebrado esta contingencia, pero el gobernador de Santa Fé, está contemplando la evolución de la Tercera Vía, un proyecto en ciernes que se va conformado en el ámbito del centro izquierda no-Kirchnerista.

El acontecimiento más destacado dentro del Peronismo Federal o Peronismo disidente, lo ha protagonizado Duhalde, quien atrapado por la impaciencia, lanzó su candidatura, dejando estrecha la apertura de la ventana, que eventualmente le permita recoger el barrilete. Ya sea por la crisis del Central que monopolizó la atención política del país o por ausencia de las repercusiones que se esperaban, Duhalde no ha podido salir de la penumbra, ni superar sus bajos registros en las encuestas. Por su parte, Reutemann, de tanto en tanto, deja indescifrables mensajes utilizando exabruptos programados, con ánimo de mantener vivas las expectativas, postergando su decisión. Reutermann y Duhalde, están unidos por una sospecha pesimista que determina sus estrategias personales. Diseñan su futuro admitiendo como alternativa probable, una derrota del Peronismo. Para ese caso, Duhalde piensa en la jefatura del peronismo, que garantice la gobernabilidad con base en un acuerdo con el gobierno (Plan Terragno). Mientras que a Reutemann, este presagio lo desalienta, en tanto no se imagina a sí mismo, en el futuro, como líder de la oposición. De ahí sus explicables cavilaciones, que desesperan a Solá quien viene corriendo de atrás, presto para reemplazar al santafecino si éste finalmente, abandona la carrera.

El Kirchnerismo, esta fuera del laberinto y sin problemas. No tiene otra alternativa que huir hacia adelante. Por otra parte, a esta altura de los acontecimientos, un cambio en sus planes, debilitaría el gobierno de su esposa. Aunque conforme a sus genes, Kirchner no tiene “objetivos de mínima” ni plan “B”, una derrota lo dejaría al frente de un polo opositor de un gobierno que heredará una complicada situación de coyuntura. Agregamos a esta circunstancia, que, si Cobos es el presidente a partir del 2011, como ya lo adelantáramos, su mandato sería de cuatro años…

Veamos ahora a los candidatos que están inmersos en sus propios laberintos, con grandes dificultades para encontrar la salida.

De Narváez, el triunfador del 28-J ha abierto un abanico de alternativas, desde la misma presidencia, hasta eventuales arreglos con Cobos. Tiene una certeza, deberá convalidar sus pretensiones dentro de la interna peronista y allí nacen las realidades que lo obligarán a pisar tierra firme. No le quedará otra que la candidatura a gobernador de Buenos Aires, y allí, para conversar del tema, lo esperan Duhalde y Solá, con quienes, lo quiera o no, tendrá que negociar. Para evitar esta disyuntiva, poco le ayudará su alianza con Reutermann.

Macri ha confirmado su ánimo presidencialista. No se sabe si es una estrategia para reforzar su imagen alisada por los últimos episodios que deterioraron su perfil o porque tiene en sus manos el mapa (del que nadie tiene copia), para salir del laberinto. Macri no ha constituido un movimiento nacional y, creemos, nunca lo pretendió. Su estrategia se fundó siempre en logar el apoyo de una “pata peronista” o “federal”, que extendiera su área territorial. En su momento, Solá y De Narváez, personificaron esa posibilidad. Pero el trío se ha desacoplado. Cada cual enfila para su lado y Macri, tiene hoy, una mesa con una sola pata…

Elisa Carrió, siempre fue candidata presidencial. No necesita afirmar sus pretensiones, y puede darse el lujo de decir que está concentrada en la labor legislativa. Sabe que está en su laberinto. No lo quiere a Cobos y esperará que en el seno de la Coalición aparezca alguna alternativa más favorable, para materializar su estrategia.

Una grajea adicional. En los restos del viejo peronismo “potrerista” (Alberto Rodríguez Saá, Puertas, etc.), se previene a los disidentes que están dispuestos a disputarle a Kichner la candidatura presidencial en internas abiertas dentro del peronismo, que ello puede constituir una trampa. Si bien conforme a la nueva ley, el gobierno regula y supervisa el proceso electoral, quedan campos importantes de la organización de las internas en manos de las autoridades del partido (Tribunal de disciplina por ejemplo). Con aviesas interpretaciones de la Carta Orgánica del partido, Kirchner podría excluir de la contienda a alguno de los candidatos. De ahí que el “potrerismo” aconseje dejar abierta la posibilidad legal de ir por afuera del peronismo, si esas sospechas se acrecentaran. Conociendo a Kirchner, no dejan de tener una pizca de razón.

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