martes, 22 de diciembre de 2009

2010: PERSPECTIVAS ECONÓMICAS

por Jorge D. Ferraris





Durante el 2010 continuará la “brisa de cola” que tímidamente se iniciara a partir de noviembre del 2009. Elevamos nuestras proyecciones del crecimiento del producto del 2 al rango de 3,0 a 3,5 por ciento (Brasil 5 %, China 9%, India 7%). El diseño económico del 2003-2007, al que Kirchner le debe su efímera gloria, no volverá a repetirse. Tampoco será el 2010 un modelo para un crecimiento sostenido. Estamos frente a un rebote, después de la recesión. La inflación que parece será cercana al 14 % en el 2009, podrá sostenerse en un rango entre el 17 y el 19 %. Los reclamos por incrementos salariales, se mantendrían en el mismo nivel del 2009. El dólar, de continuar este rol de anclaje, podría terminar el año 2010, cercano a los 4,40. Los buenos precios del “yuyo” nos ayudarán a mejorar la recaudación.

Cabe preguntarse hasta que punto la situación de los países industriales del resto del mundo, no exenta de nubarrones en su futuro, podría mermar esta perspectiva favorable.

La última crisis nos demostró que no estamos totalmente “descalzados” de la realidad internacional, pero tampoco inmersos en su torbellino. Todo depende de cómo, los Estados Unidos y Europa, vayan “desarmando” esa formidable estructura de estímulos a que los obligó la crisis, en su momento, sin que se afecte el ritmo de crecimiento, y particularmente, los niveles de ocupación. Lo que se llama la “política de salida”. Para estos países, iniciar un camino de reducción de los déficits fiscales, ya es un mandato. Estados Unidos y Gran Bretaña, 10 % del PBI y 6 % el resto de Europa. Los economistas nos habían hecho deambular por el abecedario. De la terrible L que nos aterrorizó en su momento, pasamos a la V de un optimismo temprano, para estar hoy, en una prudente W.

El panorama del 2010, tendrá sus escollos particularmente para la Argentina. La afectación de parte de las reservas del Banco Central para dar seguridad al pago de la deuda y la solidez de las recomposiciones tanto con los holdouts y Club de París, creará una ficticia soltura de las restricciones fiscales. El gasto público continuará creciendo (se calcula en un 30%, en tanto los ingresos lo harán al 15%). Se agravará la situación de las provincias, que seguirán dependiendo del “maná”del gobierno central.

Pero el evento principal, que frenará toda posibilidad de maximizar los factores favorables de la situación económica, y de esa forma cumplimentar objetivos que superen las metas que hemos mencionado, provendrá de la política. Del continuo cambio de las reglas de juego. De la aparición constante de “manotazos” sorprendentes, que desalientan a la inversión productiva y la obliga a buscar ámbitos más previsibles en otros países de la región. De la conflictividad social y de la presunción tangible que nos dará el proceso político durante todo el 2010, de que en el 2011, se producirán cambios importantes en la estructura del poder.

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