por Jorge D. Ferraris
Durante el 2010 continuará la “brisa de cola” que tímidamente se iniciara a partir de noviembre del 2009. Elevamos nuestras proyecciones del crecimiento del producto del 2 al rango de
Cabe preguntarse hasta que punto la situación de los países industriales del resto del mundo, no exenta de nubarrones en su futuro, podría mermar esta perspectiva favorable.
La última crisis nos demostró que no estamos totalmente “descalzados” de la realidad internacional, pero tampoco inmersos en su torbellino. Todo depende de cómo, los Estados Unidos y Europa, vayan “desarmando” esa formidable estructura de estímulos a que los obligó la crisis, en su momento, sin que se afecte el ritmo de crecimiento, y particularmente, los niveles de ocupación. Lo que se llama la “política de salida”. Para estos países, iniciar un camino de reducción de los déficits fiscales, ya es un mandato. Estados Unidos y Gran Bretaña, 10 % del PBI y 6 % el resto de Europa. Los economistas nos habían hecho deambular por el abecedario. De la terrible L que nos aterrorizó en su momento, pasamos a
El panorama del 2010, tendrá sus escollos particularmente para
Pero el evento principal, que frenará toda posibilidad de maximizar los factores favorables de la situación económica, y de esa forma cumplimentar objetivos que superen las metas que hemos mencionado, provendrá de la política. Del continuo cambio de las reglas de juego. De la aparición constante de “manotazos” sorprendentes, que desalientan a la inversión productiva y la obliga a buscar ámbitos más previsibles en otros países de la región. De la conflictividad social y de la presunción tangible que nos dará el proceso político durante todo el 2010, de que en el 2011, se producirán cambios importantes en la estructura del poder.
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