martes, 13 de abril de 2010

ANTICIPACIONES SOBRE LAS ESTRATEGIAS ELECTORALES.


Por qué la decisión final de Reutemann es importante


Por Jorge D. Ferraris

La prioridad del ex presidente es la de defender, sostener y lograr que Cristina, su esposa, termine su mandato de la mejor manera posible. De ahí que en el cumplimiento de su propósito, debe evitar la presencia de signos de debilidad. Dejar trascender un mero titubeo sobre su candidatura para el período que se inicia en el 2011, sería como sangrar en un río lleno de pirañas.

Conforme a lo dicho, quitar la cortina de la estrategia K. frente a las próximas elecciones, no es una tarea espinosa. K. debe mantener su candidatura y además seguir alimentando las esperanzas de permanencia más allá del horizonte previsible (2020). Los peronistas son adictos al poder y como condimento de sus lealtades, necesitan visualizarlo permanentemente en el futuro inmediato. La mención indirecta de algunos de sus seguidores de primera fila, como posibles integrantes de una fórmula sin su presencia, más que un signo revelador de una estratégica alternativa, es la configuración de la zanahoria que acicatea la esperanza y congela las ideas de aquellos que puedan pensar en una sucesión sin los K.

Kirchner tiene dos objetivos jerarquizados que son interdependientes. El primero y principal -cuya viabilidad se ha fortalecido al compás de un leve crecimiento en las encuestas- es la de volver a la presidencia. Si ello no fuera posible, el segundo objetivo, que debe ser compatible con el intento de obtener el primero, es permanecer, después del 11 de diciembre del 2011 como jefe de la principal fuerza opositora. Veamos los limitantes que hoy rodean al ex presidente para lograrlos. El principal es la posibilidad del ballotage. A pesar de la mejora de la situación económica, habida cuenta de las dificultades de los K para maximizar las ventajas del contexto, Kirchner tendría hoy, una base potencial proyectada cercana al 33 por ciento de los votos válidos que puedan emitirse y dada la rigidez que caracteriza a este alcance, no parecería posible que tenga tiempo para modificar esta configuración, al punto de llegar al 40 % que, necesita, como mínimo, en adición al hecho de superar al mismo tiempo, por más de 10 puntos al candidato que lo siga. Hoy, se considera viable que Kirchner sea el más votado en la primera vuelta, dada la fragmentación de la oposición. Pero altamente dudoso que pueda evitar el ballotage.

Veamos ahora como se insertan estos dos objetivos en las actuales reglas electorales. Con base en los parámetros legales y aplicando la lógica dentro de ese contexto, sería razonable presumir las siguientes fechas de los principales eventos:

Fin del mandato Presidencial…………… 11 de Diciembre de 2011

Ballotage, si fuera del caso………………...13 de Noviembre de 2011

Elecciones presidenciales………………….16 de Octubre de 2011

Primarias………………………………… 14 de Agosto de 2011

Límite para la presentación de candidatos…24 de Junio 2011

Con gran desconocimiento de la Constitución, algunos analistas dejaron trascender que era posible, nuevamente, un cambio en calendario electoral. Tanto las fechas de la elección presidencial como la del ballotage, estan establecidas en los artículos 95 y 96 de la Carta Magna. El resto de los eventos, principalmente las elecciones primarias, simultaneas y obligatorias, que conducen a este desenlace, están regidos por la reciente “Ley de Democratización de la Representación política, la transparencia y la equidad electoral” (26.571- 11/12/09), que modificó la Ley Orgánica de los Partitivos Políticos.

Por razones diferentes, las principales fuerzas políticas con posibilidades de triunfar en las elecciones del 16 de Octubre del 2011, no están en condiciones de evaluar en estos momentos, conforme a su situación particular, la conveniencia o no, en favor de sus intereses, de las primarias obligatorias y simultáneas. El gobierno sigue pensando en su vigencia y continúa elaborando trabajosamente, su reglamentación. Texto que, cuando se conozca, puede deparar algunas sorpresas. A su vez, las elecciones primarias, que constituyen el principal elemento que introduce la nueva ley, trae, tanto para la oposición como para el Kirchnerismo, un cuadro de consecuencias que todavía los estrategas no han podido dilucidar con precisión.

Kirchner necesita, si se realizan, ganar las primarias. Si pierde en esta etapa, (recordemos agosto del 2011) no solo se crearía un ámbito de inestabilidad conflictiva para los cuatro últimos meses del gobierno de Cristina, sino que Kirchner perdería también, el segundo de los objetivos que es el de permanecer al frente del Peronismo. Esta eventualidad no puede proyectarse, hasta que no se conozca quienes, dentro de las internas del peronismo serían sus oponentes. Descartado de Narváez en razón del impedimento constitucional, solo quedarían Duhalde y Reutemann como posibles opositores internos. Si ambos se presentan, dividirían el espectro contrincante a Kirchner y permitirían su triunfo. En ese caso el ex presidente gozaría de la “chapa” Justicialista y el anti kirchnerismo tendría que pensar en alternativas (Pais, resucitado hoy por Felipe Solá, u otro de la misma estirpe). De esta simple conjetura, cabe presumir que los opositores internos al ex presidente, tratarán de “unificar su personería”, como dicen los abogados. De toda forma, el más fuerte de los candidatos, a pesar de su irritante posición dubitativa, sigue siendo Reutemann. De su decisión, depende el trazado final de la estrategia oficialista.

Otro elemento negativo, para Kirchner, de la realización de las primarias, lo constituye el hecho de que las mismas, reducirían las alternativas opositoras para las elecciones de Octubre. Ello empobrece la posibilidad de distanciase del segundo con más de 10 puntos de porcentaje, elemento que es el otro condicionante para evitar la segunda vuelta electoral (ballotage), en caso de que K. no logre más del 40 por ciento de los votos válidos emitidos.

Si las internas no se realizaran, de alguna manera volveríamos al escenario del 2003 y más todavía, podría repetirse para el propio Kirchner la disyuntiva en la que cayó Menem. Esta alternativa (que requiere modificar o posponer la aplicación de la ley electoral) tiene dos ventajas para Kirchner: el desenlace en este caso se conocería en Noviembre del 2011 es decir una derrota no perturbaría la tranquilidad del gobierno de Cristina y además, Kirchner podría quedarse con la jefatura del Peronismo. Pero para poder modificar la ley electoral, se necesita la participación del Congreso y a juzgar por el desmadre que hoy sufre esta institución, esta alternativa, no parece viable. Claro, existe siempre la posibilidad de un DNU, unos días posteriores al cierre del período legislativo…

Es probable que estas especulaciones estén registradas con alguna anticipación. Durante Junio y Julio, la opinión pública olvidará, distraída por el Mundial, los avatares de la política. Quizá sea un intermezzo saludable, que todos necesitamos. En agosto, a un año de las primarias, los estrategas tendrán que pensar en todo esto.

1 comentario:

  1. ALEJANDRO TONELLI13 de abril de 2010, 7:44

    MUY BUEN COMENTARIO PORQUE PONE EN "BLANCO Y NEGRO" CUESTIONES DECISIVAS DE LAS PROXIMAS ELECCIONES QUE A VECES SE DESCONOCEN O DESATIENDEN CUANDO A TODOS NOS ATRAE LA "GRAN POLITICA" ; O SEA EL MODELO DE PAIS Y EL PROGRAMA DE GOBIERNO QUE DEBE ELABORARSE PARA SACARNOS DE LA ASFIXIA EN LA QUE HOY VIVIMOS, PERO SIN CONOCER Y PENSAR EN LA ESTRATEGIA PREVIA A LAS ELECCIONES. SI NOS DISTRAEMOS NADA DE ESO OCURRIRÁ, PARECE MENTIRA PERO TODAVÍA PODEMOS ENCONTRARNOS CON UN ESCENARIO VIENDO A KICHNER VS. COBOS , SERÁ POSIBLE ESA DESGRACIA ??
    GRACIAS JORGE POR AYUDARNOS A PENSAR,
    ALEJANDRO TONELLI

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