jueves, 15 de julio de 2010

PERONISMO FEDERAL: POR QUÉ IR POR AFUERA

Quienes analizan esta alternativa dentro del Peronismo Federal, sostienen que las garantías que ofrece el kirchnerismo, no son creíbles.


Por Jorge D. Ferraris


El post “¿El tiro por la culata?” de fecha 29 de junio pasado, dio lugar a una serie de comentarios que me llegaron por e-mail. Ricardo S. de Comodoro Rivadavia –quien se califica como Peronista “no Kirchnerista”- dice que el artículo que comentamos no explica con claridad las razones por las que al Peronismo Federal le conviene “ir por fuera” y no concurrir a las primarias del partido Justicialista que, conforme a la ley, se deben realizar el 14 de agosto del 2011. Critica que en el citado artículo simplemente se diga “por un cúmulo de razones que seria largo enumerar” y lo califica como una técnica para ocultar la falta de comprobaciones. Agrega que le pesa “sacar los pies del plato” y tener que votar a en el contexto de otro partido cuyo nombre, todavía no conoce.

Las dudas de Ricardo S. son oportunas desde que hay trascendidos verosímiles que nos informan que el Kirchnerismo ha enviado mensajes tanto a Duhalde como a De Narváez, ofreciendo garantías de imparcialidad en el proceso interno que conduciría a las primarias del 2011.

Aquí van las razones que barajan quienes hoy, en el seno del Peronismo Federal, no quieren entrar en lo que califican como una “trampera K”, omitidas en el citado post, para economizar espacio y por respeto al poco tiempo que disponen nuestros lectores.

El objetivo de la nueva ley de los Partidos Políticos, es la de ampliar la participación del Estado en los procesos de preselección de candidatos por parte de las fuerzas políticas, para garantizar la democracia interna y la transparencia. Para ello obliga a la realización de elecciones para elegir a los candidatos, amplía la participación, en este proceso, a toda la ciudadanía (no solo a los afiliados de dichas fuerzas políticas) y convierte a este derecho, en una obligación ciudadana.

La ley deja claro que para todas las situaciones que no son objeto de su normativa, rige la Carta Orgánica de cada Partido, aplicada por sus autoridades (en el caso del Justicialismo, lo mismo es decir: Néstor Kirchner). Veamos algunos de los asuntos que quedan a cargo de las autorices partidarias.

-El funcionamiento de las Juntas Electorales, en todo lo que no haya contemplado la ley;

-Los Tribunales de Disciplina;

-La conformación de confederaciones con uno o más partidos. Para ello, las autoridades partidarias deberán haber solicitado el reconocimiento de dicha confederación, sesenta días (60) antes del plazo previsto para las elecciones primarias. ¿Qué ocurriría si las autoridades del Justicialismo (es decir N.K) conforma alianzas locales con agrupaciones políticas contrarias a la fracción peronista de ese distrito que representa a los “federales”?...

Se podrá argumentar que, en todos los casos que una fracción interna se sienta agraviada por alguna medida de las autoridades del partido, tiene la posibilidad de concurrir al juez federal con competencia electoral que le corresponda. Para ello la ley obliga a la justicia a expedirse en plazos muy breves. Pero para esa fecha, se habrían agotado ya los tiempos para pedir el reconocimiento de nuevas agrupaciones políticas, si el veredicto de la justicia no fuera satisfactorio para la agrupación descontenta.

Se suman a lo anterior, otros argumentos de fondo que deberían tenerse en cuenta. La profundidad del conflicto entre el Peronismo Federal y el Kirchnerismo, las diferenciaciones ideológicas que se evidencian en los temas que atiende hoy el parlamento, los agravios y descalificaciones recíprocas y las denuncias de corrupción que ha presentado el Peronismo Federal con relación a actividades gubernamentales, hacen difícil imaginar que en las futuras elecciones, ambas fracciones puedan compartir una misma lista de candidatos.

Es oportuno imaginar ciertos resultados de las primarias, teniendo en cuenta que por imposición de la carta orgánica del Justicialismo, hay representación de las minorías (25 %), en las listas de precandidatos a cargos electivos.

Cabe subrayar que la realización de “primarias” o “internas” dentro de un partido, implica que quienes participen, se comprometen a acatar sus resultados, apoyando a los candidatos que resulten ganadores. Supongamos que la interna a gobernador por la provincia de Buenos Aires la gane De Narváez y la “presidencial” Néstor Kirchner: en ese caso ambos se presentarían juntos en la misma lista del partido Justicialista. Vayamos hacia hipótesis extremas: si la interna la gana Kirchner, ¿sería creíble que Duhalde y sus amigos apoyen esta candidatura? Y en el caso que resulte lo contrario: Néstor y Cristina Kirchner acatarían el resultado de la votación interna, aconsejando votar a Duhalde?

¿No hay, en esta travesura de la política, una dosis de hipocresía que ya debería dejarse de lado para no seguir ofendiendo a nuestra inteligencia?....

1 comentario:

  1. Me parecen muy buenas las preguntas que planteaste al final, no creo que de una interna sea posible que los confrontados dentro del partido peronista lleguen a apollar a el ganador, simplemente miremos como es la relacion del gobierno con cualquiera que tenga una opinion distina y/o defienda intereses distintos, miren lo que sucedio con Moreno y Soaje Pinto, como Pinto defendia sus derechos Moreno simplemente le rompio la cara, esa clase de gente va a soportar que otro gane y encima apollar esa propuesta? yo no lo creo.

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