jueves, 8 de octubre de 2009

PROTESTAS Y PIQUETES

por Oscar Rodríguez-Rozic


Desde Francia


Las acciones de fuerza de organizaciones sindicales o sociales son comunes y frecuentes en Francia, tal como lo son en Argentina. Muchas son las similitudes, por ejemplo la toma de fábricas por los obreros, o la paralización del transporte público, pero hay muchas diferencias interesantes en las técnicas que adoptan en Francia los que protestan, que tal vez podrían imitar los piqueteros, caceroleros y protestadores argentinos. Las protestas no son reprimidas, el gobierno Sarkozy se limita a criticarlas, evitando crear mártires, incluso cuando los obreros que ocupan una fábrica detienen como rehenes a los ejecutivos, durante horas o días, que nunca son procesados criminalmente. En Francia todos los que protestan obtienen algo, un subsidio, o una demora en la implementación de una decisión, como mínimo. Todas estas protestas son, por supuesto, ampliamente difundidas y comentadas por los medios, como en Argentina.

Los cortes de rutas, en Francia, son casi inexistentes. A lo sumo duran muy poco y nunca afectan los accesos viales a las grandes ciudades. Un corte de ruta o puente internacional como lo practican los entrerrianos sería inconcebible. Hay dos formas de protesta en las rutas que creo son una exclusividad francesa. La primera consiste en la “toma” de los peajes durante varias horas. No se impide la circulación de vehículos, los que pasan son recibidos con cartelones que proclaman la protesta y en lugar de pagar el peaje reciben abundantes folletos para hacer conocer el reclamo. La segunda, llamada “operación caracol”, es utilizada sobre todo por los agricultores, consiste en demorar el tránsito en algunas rutas secundarias con tractores que avanzan a su velocidad portando cartelones de protesta. La sola amenaza de una operación de este tipo por parte de los taximetreros de París fue suficiente para que el Gobierno abandonara hace poco, el intento de aumentar el número de permisos de taxis de la ciudad, que es totalmente inadecuado.

Los pescadores franceses protestan para reclamar rebaja del precio del combustible o para que les amplíen la cuota de cierta pesca, cerrando con sus barcos la entrada y salida de puertos. Estos cierres de puertos son breves y a veces no impiden el tráfico de buques de pasajeros. Técnica inaplicable en el puerto de Buenos Aires, dada la ausencia de pescadores, pero que podría ser intentada como una alternativa novedosa a los cacerolazos de la clase media argentina, movilizando a los propietarios de lanchas apiladas en el Tigre, tan poco utilizadas.

Las protestas mas abundantes y llamativas en Francia son las de las organizaciones de agricultores. Consisten principalmente en impedir el acceso a supermercados derramando gran cantidad de productos en las puertas de entrada o, en algunos casos, regalando los productos a los clientes y desbaratando las estanterías de los mercados. Los agricultores protestan también desparramando camionadas de sus productos en el centro de ciudades medianas o pequeñas. Es una forma efectiva de llamar la atención, que solo provoca trabajo extra a los obreros municipales encargados de la limpieza de las calles.

Hace unos días los agricultores franceses en protesta, principalmente los productores de leche, se trasladaron con sus tractores y equipos a Bruselas. El acceso a las oficinas de la Unión Europea donde se reunían informalmente los Ministros de Agricultura de los 27 países estaba bloqueado con camiones lanza-agua de la policía. Los agricultores con sus tractores gigantescos forzaron la entrada de la manifestación. Procedieron luego, frente a la entrada del edificio, que no intentaban transponer, a derramar camiones cisterna llenos de leche y del liquido color café con leche que también las vacas producen abundantemente.

Para contraatacar a los lanza-agua de la policía, bajaron a vacas no ordeñadas de los camiones y procedieron a dirigir certeros chorros de leche tibia, recién ordeñada, sobre los policías que intentaban protegerse con sus escudos. No lograron mucho con la protesta, solamente que la reunión informal de 27 Ministros de Agricultura acordara formar un grupo de estudio de los problemas de los productores de leche en Europa. Mucha leche derramada para conseguir casi nada. La Mesa de Enlace consiguió lo mismo del Ministro Fernández, formar un grupo de trabajo, sin derramar leche.

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