martes, 8 de junio de 2010

ARTURO JAURETCHE: SU MILITANCIA EN EL PERONISMO


Segunda Parte

Por Jorge D. Ferraris



Decíamos en la Primera Parte de este trabajo (post del 31 de Mayo) que la contribución de Jauretche al peronismo, debíamos apreciarla desde el ángulo de su aporte a la ideología del movimiento, más que en la evaluación de las prestaciones personales que pudo haberle dado como funcionario o activista.


Después de la disolución de FORJA (15/12/1945), Jauretche acepta la pre-candidatura a senador por la Capital, en las elecciones internas (6 de enero de 1946) que se realizan dentro de la UCR Junta Renovadora (que apoya a Perón). Conforme a los resultados, Jauretche queda ungido como candidato a Senador por la Capital. Sin embargo ante denuncias de fraude y de serias irregularidades, y, dado el poco tiempo del que se dispone (las elecciones se debían de realizar el 24 de febrero), interviene Perón, quien designa “a dedo” los candidatos a su gusto. Jauretche es desplazado por Diego Luis Molinari. Más tarde Mercante, ya gobernador electo de Buenos Aires, designa a Jauretche como Presidente de la Banco de la Provincia, cargo al que renuncia por desacuerdos con el equipo económico que reemplaza a Miguel Miranda, primer presidente del Banco Central del gobierno peronista.


En las elecciones del 28 de Julio de 1957, convocadas por la Revolución Libertadora para elegir convencionales constituyentes, Jauretche se opone a que el peronismo vote en blanco. En ese entonces, Jauretche, junto a Scalabrini Ortiz iniciaban una etapa de colaboración con Arturo Frondizi quien dentro del radicalismo, conducía un proceso de ruptura con las viejas corrientes Unionistas y Sabattinistas, alejándose al mismo tiempo de las políticas de la Revolución Libertadora. La asociación de Jauretche y Scalabrini Ortiz con el Frondizismo fue breve.


Cabe destacar que Jauretche en el proceso de las discusiones internas que se desarrollaron dentro de la corriente Frondizista con relación al pacto con Perón, se opuso a su materialización. Sostenía que era innecesario. Según su criterio Perón no tenía otra alternativa que apoyar la salida Frondizista si quería crear las mejores condiciones para el retorno del peronismo al poder. Rogelio Frigerio, que impuso su criterio, consideraba que el pacto era imprescindible para asegurar el triunfo de Arturo Frondizi.


El 5 de febrero de 1962 (gobierno de Arturo Frondizi) se deben realizar las elecciones en la Capital para elegir un senador nacional. El peronismo continuaba proscripto. El oficialismo (UCRI) postula como candidato a Armando Turano; la UCR del Pueblo al médico Nicolás Romano y el partido Socialista Argentino a Alfredo Palacios (que regresaba de un viaje a Cuba). Jauretche, sin consultar con Perón, lanza su candidatura auspiciado por el Partido Laborista. Se discute dentro del Peronismo (a esa fecha enfrentado con el gobierno de Frondizi) la conducta a seguir y se espera la opinión de Perón, que como siempre, aguarda hasta el último momento para hacerla conocer. Después de la experiencia de 1958 (acuerdo con Frondizi) dentro del peronismo se repite la vieja alternativa, voto en blanco o apoyo a alguno de los partidos que disputan la senaduría. A los partidarios de esta última, la lógica les indicaba que el candidato indiscutido era Jauretche. En tanto se desarrollaban estos acontecimientos, había aparecido en el escenario de la política, un personaje insólito: Raúl Damonte Taborda, quien había llegado a ser diputado Nacional por haberse casado con la hija de Natalio Botana, dueño del influyente diario Crítica, a la que apodaban “la China Botana” (por ello se decía que Taborda era “diputado por la China”). Damonte Taborda visita a Perón y, a pesar de haber militado en el anti-peronismo fundamentalista, le pide la bendición para su candidatura a senador, prometiendo enmendar su conducta. Con posterioridad a este hecho, Perón por medido de un comunicado al Consejo Coordinador y Supervisor argumenta sobre los beneficios de apoyar la candidatura de Damonte Taborda. Esto ocasiona un gran disgusto entre los militantes y, por primera vez se pone en duda una sugerencia del Líder. Finalmente, a pocos días de las elecciones, el Consejo Coordinador, lanza un comunicado aconsejando a los peronistas que voten en blanco. Realizadas las elecciones el 5 de febrero (1962), los resultados le dan el triunfo a Alfredo Palacios (321.378 votos); en segundo lugar el candidato de la UCR del Pueblo (314.377): en tercer lugar la UCRI (frondizismo con 249.012 votos); cuarto, el voto en Blanco (219.046); quinto Damonte Taborda (32.825) y sexto, con solo 23.043 votos, Arturo Jauretche. Fue evidente que Perón “le pasó la factura a Juretche” por aquello de Ávalos (ver Post del 31 de Mayo), pero también corresponde decir que fue el último “encontronazo” serio entre Perón y Jauretche, a quien Perón llamaba “vasco testarudo”.

En el futuro ambos rectifican su conducta: Perón le expresará su respeto intelectual y Jauretche seguirá siendo leal a las ideas del peronismo, aunque enfrascado en su tarea como publicista, alejado de la militancia activa, salvo, durante el gobierno de Cámpora, cuando Jauretche acepta ponerse al frente de la Editorial Universitaria de Buenos Aires (EUDEBA). El núcleo de las disidencias de Jauretche con Perón, deriva de una concepción sobre los liderazgos en política, que por ser de aplicación en todo tiempo, nos permitimos transcribirlo y que fuera expresado por Jauretche en un reportaje periodístico:

“El personalismo que, nos guste o no, es un modo histórico nuestro, acarrea, junto con sus ventajas –unidad y eficacia inmediata en la dirección y simplificación en el caudillo apoderado del pueblo- la creación de una burocracia cortesana que paulatinamente lo va bloqueando y aislándolo del medio político-social. Al mismo tiempo, habitúa al protagonista a no aceptar las divergencias y disentimientos que traen los capacitados y los hombres de carácter que son excluidos por un círculo de cortesanos que siempre dicen “amén” y cuya única preocupación es su éxito personal y su subsistencia, para lo que se esmeran en ocultar la realidad con sus contradicciones y problemas.”


Al poco tiempo de haberse hecho cargo de EUDEBA, Jauretche falleció en la madrugada del 25 de Mayo de 1973, al regreso de una conferencia que había dado en Bahía Blanca.

1 comentario:

  1. Buenísima la nota. Estaba buscando datos sobre el Senador que presentó el proyecto de la primera ley nacional de turismo, Turano.
    Me gustó el comentario de Jauretche sobre el personalismo.
    Saludos.

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